Bienvenidos a mi cap especial!! de verdad espero que les guste.
Punto de vista de Gwendolyn. Dos años y medio después de la boda.
Mi estomago se revolvió horrible como la mañana anterior, y la anterior a esa... En fin, el caso era que no era una mañana para mi sino estaba reclinada sobre el excusado con la cabeza pálida por las nauseas. Solo que esta vez fue diferente.
Eros había estado fuera por algunas cosas de trabajo, decía que quería alivianar su carga para poder pasar unas vacaciones románticas conmigo, lo que me ponía de lo mas contenta. Así que había dejado que mi Dios de cabellos oscuros, ojos dorados y sonrisa marca Sexybeast estuviera casi toda la manada y tarde trabajando, claro que eso significaba que mis nauseas matutinas no se manifestaban hasta las 7 de la mañana (si tenia suerte) y Eros ya estaba muy lejos de casa para entonces.
Lo extrañaba mucho, sobretodo ahora que íbamos a tener un hijo.No me cabía duda, y ahora que mis nauseas parecían tener horario y no importaba que comía siempre era lo mismo, como reloj suizo, pasadas las seis de la mañana, era hora de vomitar.
Pero esa mañana mi cabeza dio vueltas al igual que mi estomago, y no alcance a llegar al acusado a tiempo, el contenido de mi estomago se precipito hacia afuera en el piso del baño y mi cuerpo templo por la fuerza de las sacudidas. Estaba recargando con los codos intentando ganar algo de control sobre mi, cuando lo escuche. Era increíble como podía incluso oler a Eros antes de verlo. La canela invadió mi nariz, asentando mi estomago y sus manos recorrieron mis hombros para ayudarme a recargarme, y una de sus manos agarro mis cabellos húmedos por el sudor. Lo escuché acuclillarse a mi lado y lo mire entre mis pestañas mojadas por las lagrimas. No estaba triste, peor mi cuerpo parecía producirlas cuando vomitaba.
Eros me hizo mirarlo y la vergüenza por dejarlo verme en ese estado hizo que mis mejillas se tiñeran de un rojo remolacha. Sus ojos azules comenzaron a fundirse de dorado y su cejo esta fruncido por la preocupación.
- Eros... - musité intentando sonreír, porque por fin iba darle las noticias, aun que lo mas probable era que el ya lo supiera.
Pero entonces el me detuvo, su voz era casi un gruñido y no entendí porque estaba tan molesto.
- Ni una palabra. - dijo, o mas bien silbo, entre dientes apretados.
Yo pestañee sorprendida y lo deje levantarme con cuidado, mi estomago ya estaba como nuevo y solo desee tener tiempo de lavarme la boca. El precio ir mis pensamientos porque me ayudo a llevar al lavabo. no que lo necesitara, pero de alguna forma nunca he tenido suficiente de sus manos, de su toque.
Me enjuagué la boca y me eché agua en la cara, cuando terminé apagué el grifo y lo voltea ver con una sonrisa tímida. Pero sus ojos estaba oscureciéndose con gesto mortal y preocupado.
- ¿No estas feliz? - pregunté, de repente asustada de que el no quisiera tener hijos de nuevo. Dicen que los Dioses tardan cientos de años en concebir, que no era algo normal que pasara, por eso nunca usábamos condón y nunca me preocupe cuando paso un año de hacerlo casi todos los días, muchas veces mas de una vez al día y que no estaba embarazada. A nuestro paso y ocres que tendríamos centenares de hijos.
Eros endureció la mirada y su semblante estaba casi ceniciento por la procuapcion.
- Te estas muriendo y quieres que este.... ¡¿feliz?! - rugió el. - ¿Por qué no me dijiste que tu cuerpo estaba rechazando la transformación?
Solte el aire sonriendo aliviada. El idiota estaba confundido. Demasiado confundido.
- Eros... - pero antes de poder explicarle algo, el ya estaba caminando como loco por la habitación, hablando de mil y un formas de ayudarme... como si necesitara ayuda.
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Querido Eros
ChickLit••• C O M P L E T A D A ••• - ¿No sabes quien soy? - se señalo con un deje ofendido en la voz al tiempo que me miraba con descarado deseo. - Soy Eros, Dios del sexo y del amor, y por todo este mes... todo tuyo. Derechos reservados. Di NO al plag...