Misericordia, pese los incesantes latigazos del fuerte.
Dolor, ante los golpes del débil, que poder cree tener...
Correr, de aquello que no me persigue, aún, creyendo que sí.
Sutil, cómo la brisa de la mañana, que en soledad puedo recordar, hace mucho que no toca mi rostro.
Oscuridad entre lápidas, luz en las paredes blancas, sin puertas, me ciego, sin saber a dónde ir, a dónde huir.
Volátil, cómo lágrimas secas e invisibles, ellas, patinan por mi rostro, las puedo sentir bajar.
Sólo caminaré, por la puerta grande, admiraré el mundo, a ver qué sucede.
A ver, qué encuentro.
A ver, si me encuentro.
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Detrás Del Ébano ©
PoetryEl mundo suele ser confuso cuando va en tu búsqueda, las hegemonías simples son las que golpean hasta dejarme sin aliento. Las mandó el viento, triste realidad de aquellos lamentos. Detrás del ébano es el tercer poemario que escribo. Éste es el refl...