Y de ella era la noche, de ella eran las estrellas del firmamento opacado por la Luna de Orden, Única, Resplandeciente, Destrozada, Esclava de los esclavos, Sublime tacto divino de pasos delicados.
Demonios de ojos blancos azotando el pensamiento eternamente del viento. Susurrante de secretos, secretos guardados bajo protección de bestias del Olimpo.
Pero mentirle a un mentiroso no funcionará, mentiras como falacias o patrañas de mala muerte, no, sino el esconder de un sentir, esconder el dolor de la brisa que trata de arrancarlo y esfumar los lamentos en las corrientes de paz.
Tu mundo está a salvo conmigo mientras mis pesares lo estén contigo. No esparciré la noticia de tu alegre tristeza.
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Detrás Del Ébano ©
PoetryEl mundo suele ser confuso cuando va en tu búsqueda, las hegemonías simples son las que golpean hasta dejarme sin aliento. Las mandó el viento, triste realidad de aquellos lamentos. Detrás del ébano es el tercer poemario que escribo. Éste es el refl...