Cursilerías de alma fría.

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Respiro, sonrío.

Sonrío mientras sigo el río de camino al mar.
Amorío, del frío que fuerte al mundo se quiere mostrar.
¡¡Corrí!! Entre las sendas de algo finito, hasta no poder más.
Más y más, eran las ansias de nuestro encuentro voraz.
Respiras cuando respiro.
Me miras cuando te miro.
Gimes mientras yo gimo.
Anhelas cada segundo conmigo.
Atesoro cada minuto contigo.

Morad en mí y sanad mis heridas.
Viviré en ti; a tus cicatrices dando huida. ¡Mirad! Mi rostro, refleja asombro debido al demoro, ya que, no hay dolor, no hay temor, ¿no debería ser así una relación? No lo había sido para mí, hasta el día que te conocí.

Prosa presuntuosa de tus líneas preciosas, que aunque a ti no te gusten para mí son hermosas. Ven aquí rosa sin espinas, sonrisa matutina, me desmorono cuando me miras, te llevaré a la cima del clímax, si, seguro, cuando gimas mientras sonrías.

Detrás Del Ébano ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora