Detrás Del Ébano ©

Nota de autor

Muchos de mis lectores me han preguntado ¿de dónde proviene tu inspiración, de dónde proviene tu musa? Bueno, aquí les responderé.

Tengo ciertas mañas para escribir, soy algo terco a la hora de producir cualquier verso. Aunque me he preocupado un poco ya que me convertí en alguien un tanto maniático con lo que respecta a la escritura.

1. Todo tiene que estar en absoluto silencio, ya que hasta el mínimo ruido me entorpece.

2. Me gusta escribir acostado, cuándo escribo sentado no logro inspirarme ni un poco.

3. Me encanta escribir en la oscuridad. Aunque hay veces que ataca la musa y escribo en cualquier lugar.

4. Luego de escribir cualquier poema no lo leo sino hasta dos días después.

5. Escribo sólo cuando estoy muy roto o muy perdido, así logro recoger cada pedazo de mí y en ciertos casos, reencontrarme.

6. Sólo en el instante que el sentir es más fuerte allí en ese momento, es que escribo.

7. Nunca he logrado escribir cuando estoy feliz.

8. Cuando estoy escribiendo me suele dar comezón en las orejas. Sólo cuando escribo poesía.

9. Escribo con lapicero, nunca con lápiz.

10. Escucho música clásica en ciertas ocasiones para escribir.

Bueno, allí están Diez de muchas mañas y ademanes que tengo al escribir.

¿De dónde proviene la inspiración?

Es algo realmente complicado es éste tema. No hay una acción que yo ejecute par que ésta venga a mí, como todos sabemos, los escritores sufrimos de algo llamado BLOQUEO, es verdaderamente frustrante cuando escribes novelas o ensayos, pero con la poesía es un tanto diferente. La inspiración viaje y es fluctuante, la musa es cambiante y no te inspira algo en específico sino muchas, desde una palabra hasta una mirada, un sonido o una caricia, cualquier cosa podría encender la llama de la escritura. En mi caso en particular soy algo más complicado, yo voy a lo que me hace humano, a la raíz del sentir mismo, y cuando estoy allí en cierta meditación que el sentimiento es claro y puro, allí, es que comienzo a escribir.

Sin más que decir, muchas gracias a todas las personas que toman una fracción de su tiempo para leer mis versos y prosas, así sea uno o un millón de lectores, seguiré escribiendo, seguiré haciendo lo que amo que es escribir poesía. Trataré de dar lo mejor de mí.