Observo la luna distorsionada con el humo del cigarrillo, acompañado de la orquesta pacificadora de grillos, personificando al ser más melodramático que conozco, ¿quién más? Pues... Yo mismo.
Huyendo de los recuerdos, cuyos recuerdos traen consigo dolores muy intensos, que creí borrados, no lo pude evitar, el ron, hizo su trabajo, melancólico entre ansias de vómito cuando borrosa se tornaba toda la historia, aquella fábula que mi mente dirigía, prefería desmayar para así limpiar el sufrimiento, de aquél encuentro, con la señora de curvas de gran diseño, piel de vidrio con aliento a vodka, ¡qué desacierto!.
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Detrás Del Ébano ©
PoetryEl mundo suele ser confuso cuando va en tu búsqueda, las hegemonías simples son las que golpean hasta dejarme sin aliento. Las mandó el viento, triste realidad de aquellos lamentos. Detrás del ébano es el tercer poemario que escribo. Éste es el refl...