Rasgo mi piel golpeada pero me siento bien.
Muestro mi lado cruel.
Sollozante mi alma se encuentra.Entré al aren de paz y miel, observando el mal y el bien, luchando por lo que era o lo que es.
Besando el vientre del occidente mal oliente, repulsivo, él y sólo él, eleva la decepción de lo que soy, aunque no de lo que seré.
Reíd y llorad por la muerte del dolor, por el renacimiento del placer vago y tentador.Dejame admirar tu desnudez mientras lo que me hace hombre se eleva. Pisando la tierra exquisita que mi alma llega y penetra, cual pieza de ajedrez sin tablero, tal poesía sacada de la miseria, en la miseria de un alma dominada por el deseo. Deseo eterno, anhelando nuevos encuentros, entre la luna y el sol, el frío, el calor, sí, quizás entre tú y yo.
Observo al cielo escuchando jazz, es un nuevo sol, una nueva fe, un pretexto del carnero cruel que arranca la pasión del ser. Se lleva la excitación y el placer, dejando tu cuerpo sin escape, tu piel sin excusas, pálida tu tés, deliciosa la miel, del aren al que entré.
Tú sabes cómo me siento.
Yo sé cómo te sientes.
Duerme en paz, el día acabó, que yo surgiré con más de lo que me quitaste, mientras en mi pecho descansas, pero descalzas tus manos me tocan, mi cuerpo rozan, al parecer son la únicas que gozan, y destrozan la voluntad de muerte que mi mente poseía, cada día.
Dragón, ¡Vuela! En este nuevo mundo, mi mundo, que surgió del castigo de estar sólo, sin rencor o enojo, me sonrojo.
Perdiendo más de lo que gané me voy, espero volver cuando tenga la fuerza para enfrentar al dragón, con lanza de fuego y besos eternos que encierren a la bestia del tiempo, dando más que muerte al destino que huyó de lo nuestro, es un nuevo día, una nueva vida.
¿No sabes a qué me refiero? No tienes porqué, sólo yo soy capaz de entrar y salir del infierno fiel, y qué tengo por recuerdos; el tártaro, que se expande cada día con nuevos espejos sin reflejos. Sonrisas a montón.
«Felicidad», lamentablemente se suicidó, por culpa de la «Duda» que la instigó, la «Duda» desapareció de la escena del crimen por «Soledad», fue ella quién todo limpió, ya no quedó más que la sangre de «Felicidad», y la huida de «Duda» el «Sr. Recuerdo» registró, mientras «Olvido» en el gabinete guardó.
ESTÁS LEYENDO
Detrás Del Ébano ©
ПоэзияEl mundo suele ser confuso cuando va en tu búsqueda, las hegemonías simples son las que golpean hasta dejarme sin aliento. Las mandó el viento, triste realidad de aquellos lamentos. Detrás del ébano es el tercer poemario que escribo. Éste es el refl...