El pulsar de su corazón, deseo sin razón.
¿Para qué humedecerse? Si mis manos pueden tenerte.
Sólo un toque, muchos roces en mi nombre, mojando los dedos en aquellos golpeteos de tu goce.
Y no sé, si el mundo sea testigo, de mis labios sobre tu ombligo, de la danza que domino, la lengua que conoce su camino.
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Detrás Del Ébano ©
PoetryEl mundo suele ser confuso cuando va en tu búsqueda, las hegemonías simples son las que golpean hasta dejarme sin aliento. Las mandó el viento, triste realidad de aquellos lamentos. Detrás del ébano es el tercer poemario que escribo. Éste es el refl...