Quema.
Quema, cómo brasas por mis ojos, arde lo que amé, y ahora sólo cenizas fue lo que encontré.
Hallé mucho más de lo que buscaba, cuando apareciste. No hablo de algo tan banal como lo es la mujer, no, mucho más que eso, fue sentirla, acariciarla, en ocasiones a ella anhelar y saber apreciarla.
Sable de doble filo es lo que ése baúl contenía. Ácido que logra desintegrase en mí.
Me acompaña sin errores, tampoco decepciones, sólo aquellas que cometí, y sin piedad todavía me alcanzan.
Amable y sublime soledad.
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Detrás Del Ébano ©
PoetryEl mundo suele ser confuso cuando va en tu búsqueda, las hegemonías simples son las que golpean hasta dejarme sin aliento. Las mandó el viento, triste realidad de aquellos lamentos. Detrás del ébano es el tercer poemario que escribo. Éste es el refl...