El muerto Enmanuell

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Cuando los exploradores se adentraron en las fauces de la reliquia, se hallaron sorprendidos, en la oscuridad lea hera imposible siquiera respirar, sentían el vacío, polvillo en los rincones, las canteras desoladas, quién haya sido el capitán había muerto ya hace mucho tiempo y junto con se había llevado todo.

¿Cómo hago si mis canteras vacías están? ¿Si mi corazón, deshabitado en cada rincón tu has de encontrar polvo? Navegando en aquél mar se patrañas y cuitas, esquivando a los demonios salidos del océano, salientes de mi alma.

Estas letras el tiempo se llevará como el agua borra las huellas del mar, aquí estoy dando lo que a mí se me negó, volviendo al principio, al comienzo, al inicio de todo lo que soy o lo que fui. Pero en éste mundo nací más a él no pertenezco, sin hogar, mi mundo es extraño, distorsionado, disforme.

Detrás Del Ébano ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora