CAPITULO 4

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-Ponte cómoda.-Dijo mi nueva psicóloga con una sonrisa.- Mi nombre es Bárbara, supongo que serás Danielle.- Asentí- Bien, Megan, mi compañera, me ha contado que tienes unos sueños muy extraños.

-Si, así es.

-¿Me puedes contar sobre que va tu sueño?

-Es siempre el mismo sueño.-Comencé a decir.- Aquel chico intenta aprovecharse de mí, sexualmente hablando, por lo que yo corro y corro para que no me alcance. Intento inútil para mí. Y, justo cuando le voy a ver el rostro, el sueño se acaba y me despierto.

Bárbara apuntaba cada detalle en su libreta mientras mi respiración se calmaba a causa de los nervios.

-¿Tienes alguna pista de cuál es la razón por la que siempre sueñas lo mismo?-Negué con la cabeza.- Esta bien, puede que tu subconsciente intente avisarte de algo, ese algo lo descubriremos juntas.

Bárbara parecía una chica muy amable y simpática, no la esperaba así la verdad.

Minutos más tarde me encontraba en mi casa sentada en el salón mientras contemplaba mi teléfono.

-Cariño, voy a estar fuera todo el día.-Anunció mi padre recogiendo algunas cosas.-Los chicos de en frente, los gemelos, vendrán a pasar la tarde contigo.-Añadió.

-Vale.-Respondí algo confusa.

Justo entonces, un sonido proveniente de la puerta me indicó que los gemelos ya habían llegado.

-Hola.-Brian saludó sonriente.- Hola señor Becket, encantado de conocerle.

-Hola chicos, igualmente. Os dejo con mi hija, no vayáis a hacer ninguna trastada, ya me advirtió vuestra madre que sois algo traviesos.-Mi padre soltó una carcajada que me hizo reír.-Luego nos vemos.

Mi padre se marchó, dejándome sola con los gemelos y con mis pensamientos.

-Muy bien, a ver, ¿Qué hacemos?-Preguntó Christian pareciendo aburrido.

-No sé.-Contesté con un tono casi inaudible.

-¿Te pasa algo?-Se atrevió a preguntar Brian al ver mi tono de voz entrecortado.

-No, nada. Me voy a mi cuarto un rato, a dormir.

Seguidamente me levanté y me marché a mi cuarto. Al llegar allí me coloqué en la cama y comencé a llorar cual niña pequeña había perdido su juguete. Me había acordado de que ya no tenía novio, que me había dejado por mi mejor amiga, y que no tenía amigos. Mi vida es una miseria, un rollo... Y simplemente llorando y destruyéndote a ti misma lo arreglas todo.

-¿Puedo pasar?-Preguntó una voz desde el otro lado de la puerta.

-Claro.-Comencé a limpiar las lágrimas que corrían por mis mejillas.

-¿Por qué lloras?-Preguntó cerrando la puerta tras de si.

-Nada tranquilo, son tonterías.

-Danielle, mientes, te pasa algo. Si lo que temes es que lo oiga Christian no te preocupes porque se ha marchado.-Dijo sentándose a mi lado.

-No tengo amigos, no tengo novio, porque me ha dejado por mi mejor amiga, tengo problemas que no puedo contar y son un cúmulo de cosas que...-Las lágrimas comenzaron a salir solas.

-Tranquila.-Me abrazó.-Mira, si quieres, ahora tu y yo nos vamos a dar un paseo por el parque, así conoces esto y haces amigos. ¿Te parece?-Me preguntó con una sonrisa.

Ni una lágrima más. {Dreams1}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora