Ni una lágrima más. {Dreams1}

CAPÍTULO 37

Era él, era Brian. Estaba empapado, su mirada estaba rota y las lágrimas salían de sus ojos sin control.

BRIAN MILLER

Caminaba bajo la lluvia hacia mi casa. Dirigí mi mirada hasta su ventana, ahí estaba ella. Mirándome con vergüenza y miedo en sus ojos. Sin saber muy bien qué hacer, sonreí triste y ella apartó la mirada y corrió la cortina.

Esto no me puede estar pasando a mí, Señor, a mí no.

SAMANTHA HARRISON

Llegué a casa y subí a la habitación. Por suerte para mi, Wilson se encontraba en la suya. Me senté en mi cama, busqué a mi amiga con la mirada pero no la vi. Supongo que estaría en el baño.

-Sam...yo...-Comenzó a decir.

-Lo siento.-Murmuré.-Siento haberme puesto como me he puesto, es que, no entiendo cómo has podido volver con él, de verdad, yo te apoyo, pero no apoyo esa relación. Y sé que no va a ir a ninguna parte, a lo mejor te vuelve a engañar, ¿Quién sabe?

-Samantha no digas eso.

-Mira, yo te voy a querer igual porque eres mi mejor amiga, pero a él no lo trago, no me vayas a pedir que sea tu amiga o que me lleve bien con él porque no lo voy a hacer.

-Está bien, y lo respeto, por otra parte, gracias por comprenderme.

-Nada, y ahora a dormir se ha dicho.

-Buenas noches Samantha.

-Buenas noches.

{...}

-No, no necesito que me quieras ni que vuelvas conmigo.

-Aunque me lo pidieras no lo iba a hacer.-Murmuré.-Entonces, Brian, ¿Qué coño quieres ahora?

-Que me escuches, no fue todo como piensas, él me drogó.

-¿Quién te drogó? Brian, por dios, ¿Esperas que me trague esa falsa historia?

-¡No es mentira!

-¿Quién te drogó?

-...

{...}

Me desperté, el despertador había sonado hace cinco minutos según Sam, si no fuera por ella hoy no llegaba a despertarme.

-No me mires así.-Reí.-Me he quedado dormida y ya.-Dije cuando vi la mirada amenazante de mi novio.

-A saber lo que hacíais Samantha y tú ahí dentro.-Alzó ambas cejas.

-No hacíamos nada.-Replicó Sam con un tono severo.-Y para tu información, no soy lesbiana.-Volvió a decir esta vez en un tono borde.

Alex me miró confundido y yo hice un gesto de disgusto. Si ella no quiere tener nada que ver con él, lo tengo que aceptar y punto, no deja de ser mi amiga.