CAPÍTULO 50

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FINAL DE TEMPORADA


DANIELLE BECKET

Bueno, llegó el día. Termino de meter mis maletas en el coche y le doy un último abrazo a mi madre.

-Te quiero mamá.-Susurré.-Dile a papá cuando vuelva de trabajar que me llame y que cuide bien de Tobi.-Dije refiriéndome al perro.

-Vale, cariño.

Me monté en el coche, con Sam a mi lado. Intenté asimilar todo, que Christian no estaba, que Brian es imposible, que Nicole no habla, que no volveré a ver a Katia y Pol, pero sobre todo, que me voy.

¿Qué complicado es todo ahora no? Con lo fácil que fue llegar a Madrid y encontrar a dos chicos súper simpáticos que se convirtieron en mis mejores amigos.

BRIAN MILLER

Me encuentro en mi habitación sentado en la cama mientras miro el móvil y a veces los malditos libros que tengo al lado.

Cameron entra de repente en mi habitación y me entrega una carta.

-¿Qué es esto?-Pregunto extrañado.

-Tienes que leerlo rápido, que te lo he dado antes de lo que debía.-Dice agitado de correr.

Abro lentamente la carta que esta perfumada con olor a violeta.

Querido Brian:

No sé cómo empezar esto, las cosas no han estado muy bien entre nosotros desde lo ocurrido en aquella fiesta. Aun sabiendo la verdad te seguí teniendo miedo pero me di cuenta que en mi interior el sentimiento tan fuerte que tengo hacia a ti no se ha desvanecido. Por eso me voy, quiero olvidar, olvidarme de todo, de todo lo ocurrido contigo, de todo lo ocurrido con Christian.

Por si te lo preguntas, no, no me arrepiento de haber vivido todo esto, de todos esos lindos momentos que he pasado a tu lado, de las veces que me despertaba y olía tu perfume impregnado en mi cuello.

Te necesito y por eso mismo me voy. Porque no quiero necesitarte, quiero necesitar a otra persona que me cuide como un día lo hiciste tú.

Lo siento, pero cuando leas esto ya estaré muy lejos.

Te quiero, eso jamás lo olvides, porque de todo lo que he escrito, creo que es lo único que digo de verdad.

Danielle.

No, no se puede ir.

Salgo disparado de mi casa, con esperanzas de encontrarla.

Veo un coche salir de la suya que me resulta familiar, efectivamente es ella.

Corro lo más que puedo detrás del coche para impedir que se aleje, pero no hay manera.

Se acabó, jugué y por estúpido perdí.

Ni una lágrima más. {Dreams1}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora