Viernes por la noche, el mejor día de toda la semana. Después de haber estado castigados en particulares ahora estamos viendo una película en el salón.
Observo a Brian detenidamente sin que él se percate de ello. Es alto, puede que bastantes centímetros más que yo. Su flequillo está ligeramente recogido en un tupé hacia arriba que deja ver mucho mejor su cara. Tiene unos ojos preciosos color café y sus labios son perfectos, tan perfectos que imagino que tendrán la textura del algodón.
Sigue esperando su beso y yo quiero dárselo, pero creo que si el momento no llega, puede que jamás se lo dé y quizás sea lo mejor, no dárselo.
-Elle, ¿Vamos a dormir ya? Son las dos menos cuarto de la madrugada.-Susurró.
Él y su estúpida e insignificante manía que había cogido de llamarme Elle. Odiaba ese diminutivo de mi nombre, me gustaba Danielle, tal y como es.
Respondí a su pregunta con un asentimiento. Apagó todas las luces y con la linterna de su móvil nos iluminó hasta llegar a mí habitación. Una vez allí, abrí la cama y me eché a un lado para que él también pudiera acostarse a mi lado.
Nos tumbamos en la cama y me giré quedando cara a cara con él.
Mi pulso comenzó a acelerar con cada centímetro que se acercaba a mí.
-Me debes algo.-Susurró contra mi oído.
Me estremecí. Su cálido aliento contra mi suave piel me hacía perder completamente el control sobre mis pensamientos. La niña buena, Danielle Becket, acababa de desaparecer. Definitivamente, he perdido el control.
-¿El qué?-Sonreí tímidamente.
-Un beso.-Su tono de antes se volvió a repetir.
-¿Y porque no me lo das tu?-Mi aliento ya casi roza sus labios.
-Porque fuiste tú la que me prometió que me lo daría.-Dejó un pequeño beso sobre mi cuello que me obligó a cerrar los ojos y volver a abrirlos.
-Pues a mí no me importaría que fueses tu el que me lo diera...
-¿Ah no?-Preguntó mientras rozaba mi cintura con delicadeza y me acercaba a él despacio.
Por un momento creí que los cuentos de fantasía cobraban vida en el interior de mis pensamientos. Mi respiración comenzó a ir más lenta, de repente estaba relajada, el mundo se paró por un segundo.
-No.-Y entonces sucedió.
Sus labios rozaron los míos por primera vez, no sabía si iba a ser la última, pero sí sabía que tenía que aprovecharla.
Todo dejó de funcionar para nosotros, el universo entero había parado por un momento. Todo me parecía ser perfecto, incluso el horrible sonido del camión de la basura me parecía agradable.
Brian colocó su mano detrás de mi cuello profundizando más el beso. ¿Se suponía que era solo un besito en el que no iba a sentir nada no?
Pero no es así, el me hace sentir todo y nada al mismo tiempo, es mi naufragio y mi salvación.
{...}
-¡Solo quiero marcharme!-Grité-¿Para qué me necesitas?
-Para alimentar mi ego.-Una sonrisa maliciosa se formó en su rostro.
-¿Dónde está todo lo que me demostraste que me querías? ¿Dónde ha quedado?
-No me importa nada.-Rió-Solo quiero tu cuerpo.
-Déjame marchar te lo ruego...
-No.-Soltó una carcajada.
Me desperté sofocando un grito que hizo sobresaltar a Brian de la cama y en seguida se preocupó.
-¿Qué pasa? ¿Estás bien?
-Si.-Dije cuando mi respiración se relajó.-Solo era el sueño.-Susurré.
-¿Qué ha pasado?-Curioseó.
-Le he dicho de nuevo que me dejara marchar y él me ha respondido que no pero...Hay algo que le dije que me tiene confusa, le he dicho: ¿Dónde queda todo lo que me demostraste que me querías?
-No entiendo, si es alguien que intenta aprovecharse de ti, será mala persona ¿no?
Me encogí de hombros y dirigí mi vista hacia sus ojos, fue entonces cuando el recuerdo del maravilloso beso que nos dimos anoche vino a mi mente y sin quererlo, una sonrisa se formó en mis labios.
-¿Por qué sonríes?-Me preguntó.
-Anoche.-Susurré.
-Anoche ¿Qué?
-Cuando me besaste...
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Ni una lágrima más. {Dreams1}
Teen FictionMuchos piensan que el amor puede con todo. Otros, simplemente dicen, que podrían dejarlo todo y tirar la toalla una vez que eso no funciona. Soy Danielle Becket, mi historia sobre mis amigos y mi cambio de aires no es nada del otro mundo pero, te...