CAPITULO 15

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Mi padre se colocó en el asiento del piloto con Brian a su lado.

Minutos más tarde llegamos al hospital y Brian volvió a cogerme como una princesa para adentrarnos en el hospital. Mi padre se colocó en el asiento del piloto y

-Díganme.-Dijo la señora del mostrador.

Era joven, morena y alta, sus ojos iban a juego con su pelo, también su piel. Llevaba un uniforme de enfermera que no le favorecía nada, pero se notaba que era bastante guapa.

-Queremos una cita de urgencias para Danielle Becket.-Mi padre seguidamente sacó mi tarjeta sanitaria.

-Está bien, pasen a consulta 24.-Nos devolvió la tarjeta con una sonrisa.

-Brian, entra con ella os espero en el coche.-Anunció mi padre.

Brian asintió y puso rumbo a la consulta 24. Llegamos a la consulta y entramos. Nos sentamos en las sillas y el doctor nos atendió.

-Buenas noches chicos.

-Buenas noches doctor.-Saludó Brian amable.

-¿Qué tienes Danielle?

-La cabeza me va a explotar y la fiebre no para de subirme, no me puedo mantener en pie porque directamente caigo al suelo.

-Está bien, te tomaré la temperatura.-Comentó el doctor.-Es demasiado alta, te dejaremos que pases la noche en observación mañana por la mañana podrás marcarte.

Brian asintió y a mí casi me da un ataque. Con lo poco que me gustan los hospitales y tengo que pasar la noche entera aquí.

Me llevaron a mi habitación y Brian salió a avisar a mi padre de lo que ocurría, a los segundos volvió.

-Tu padre se ha ido a casa, le he dicho que me quedaré toda la noche contigo princesa.

-Te agradezco todo lo que haces por mí, eres un amor.

Acaricié su mejilla y le miré a los ojos. A veces creía que en realidad todo esto era un sueño, mi imaginación jugándome una mala pasada, como hace siempre, pero luego le miro a los ojos y veo en ellos que su amor por mi es real, que de verdad me ama.

Me acerqué lentamente a sus labios y me quedé ahí, rozándolos sin besarlos, sin terminar de sentirlo todo, era como una droga, una droga que dolía porque no la podías terminar de probar.

-Buenas noches, preciosa.-Susurró.

{...}

-¿Por qué no dejas que me vaya? Si quieres aprovecharte del cuerpo de las mujeres al menos busca alguna que te de lo que necesitas.

-No, yo quiero que seas tú la que me lo de.-Sonrió cínico.

-Ahora entiendo todo lo que hacías por mí.-Sollocé.- Todas esas noches a tu lado, todas las cosas bonitas vividas junto a ti. ¿Para qué? ¿Para qué ahora me hagas esto?

-Nena, lo del pasado no importa, importa lo que va a pasar ahora.-Soltó una carcajada.

-Eres una mala persona, no sé cómo pude creer todas tus mentiras.

-Me creíste porque estabas ciegamente enamorada de mí.

-¡Brian!-Grité mientras las lágrimas caían por mis mejillas sin control.

Entonces, entró rápidamente.

Ni una lágrima más. {Dreams1}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora