Ni una lágrima más. {Dreams1}

CAPÍTULO 39

-Ayer, lo vi en la calle.-Susurré.

-¿Qué lo viste?-Preguntó asombrada.

-Bueno, chicos, comienza la clase de matemáticas.-Dijo el profesor.

Miré la silla de Brian la cual se encontraba vacía, pero, ¿Por qué estaba vacía?

SAMANTHA HARRISON

-Tss.-Llamé a Katia.

-¿Qué?

-¿Dónde crees que ha podido ir Brian?-Pregunté preocupada.

-¿Te preocupa lo que le pase?-Preguntó curiosa.

-No empecemos Jones, a mi me gusta Cameron, no Brian.

¿Por qué todo el mundo piensa que me gusta Brian? ¡No lo entiendo!

BRIAN MILLER

Comencé a caminar en dirección al instituto, dolido, destrozado por dentro a pedazos, sin saber qué hacer con mi vida en este preciso instante.

-¿Brian?-Preguntó mi madre al verme.

-Ya voy al instituto mamá, no te preocupes.-Dije con la voz quebrada.

-¿Qué te pasa hijo?-Cuestionó preocupada.

-La he perdido para siempre mamá, la he perdido.-Susurré a punto de llorar de nuevo.

{...}

-¿Dónde estaba, Miller?-Me preguntó el profesor de inglés mirándome con cierto interés en mi respuesta.

-En el médico.-Musité.-Se lo puede preguntar a mi madre, ya que se nos ha olvidado pedir justificante.-Suspiré cansado mirando la expresión del profesor.

-Está bien, se lo preguntaré, siéntese.-Me dijo mostrándome el sitio libre que quedaba al lado de Sam.

Asentí y caminé junto a Sam.

-Hola.-Susurré mirando a Samantha.

-Hola Briansito.-Dijo con una sonrisa en un intento fallido de despeinarme.

-¿Y Katia?

-Ensayando, ¿No te acuerdas? Tiene una obra la semana que viene.-Dijo mirándome.

-Es verdad, con todo esto se me olvidó.

-Y esa es la tarea que lleváis para mañana.-Terminó de hablar el profesor.-Y, Miller,-Le miré.-hablaré con su madre.-Asentí.

Me levanté de mi sitio al escuchar la campana que finalizaba las clases. Así es, solo había asistido a menos de cinco minutos de una. ¿Para qué? ¿Qué tontería verdad? Pues solo y exclusivamente para verla a ella, aunque sea de lejos. Aunque la mire y aparte la mirada por momentos. Solo para eso, para ver sus ojos que reflejaban un odio y asco terrible hacia mí. Aun así me gusta, mirar el brillo que tienen sus ojos.

Y pensar, que algún día, pudo ser mía para siempre.