CAPÍTULO 10

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Bien, todo perfecto, todo calmado. Los dos a la piscina, en pleno invierno, mojados, en el jardín. Tranquila, Danielle, decía mi voz interior, a la cual, no hice ni caso.

-¡Te odio Miller! ¡Eres lo peor!-Repliqué.

-¡Que exagerada por dios!-Río, le miré amenazante.-Solo es agua.

-¡Agua fría! ¡En pleno invierno, con todo el frío helado!-La histeria me invadió.

No entendía como este chico podía ser tan odioso y adorable a la vez.

-Shhh.-Dijo mirando para todos lados.

-¿Qué?-El nerviosismo se apoderó de mi.

-¡Ahh! ¡Una serpiente!-Gritó.

-¡Ahhh!-El terror invadió todo mi cuerpo, cuando Brian comenzó a reírse.- ¿De qué te ríes?-Ahora lo que se mostraba en mis ojos era confusión.

-De que eres muy inocente.-Carcajeó.

¿En serio Miller? Es odioso, dioses. Lo odio, no sé como si quiera puedo convivir con él.

-Te odio.-Crucé mis brazos.

Su expresión cambió de divertida a preocupada.

-Anda, ven princesa.-Nadó hacia mí.

-No, déjame.

Me salí de la piscina y fui directa a la ducha, avisé a mi padre de que iba a entrar a la ducha dado que algún imbécil me había tirado a la piscina. Entré al baño y tras una larga ducha relajante salí para vestirme pero, tengo la peor suerte del mundo.

-¡Papá!

-¡No está, ha salido!-Informó Brian desde abajo.

-Brian, ¿Me puedes traer ropa por favor?

-¿Cómo se te ha podido olvidar la ropa?-Contestó subiendo las escaleras.

-Pues, la verdad, un imbécil llamado Brian Miller me ha sacado tanto de mis casillas que he terminado olvidando todo.

-A ver, dime, ¿Qué te cojo?

-En el segundo a la izquierda está la ropa interior.-Oí su risita y supe que ya había abierto ese cajón.-Cuarto cajón a la derecha pantalones y tercer cajón a la izquierda sudaderas.

Pude percibir el sonido de los pasos de Brian acercándose a la puerta. De repente, el miedo invadió todo mi ser.

-Anda abre.-Me quedé callada.-Becket, no sé cómo voy a entregare la ropa si no abres.

Estaba segura de que Brian Miller no era como los demás, él me entendía y aunque a veces pudiera parecer una persona odiosa, como ya dije, es adorable.

-Vale, pero procura no mirar, y mucho menos entrar, Brian.

Abrí la puerta lentamente con manos débiles y temblorosas, tuve todo el cuidado de que no se me viera nada. Brian me entregó la ropa por el hueco de la puerta que estaba abierta.

-Sabes perfectamente que me he comportado al no mirar. Luego me tendrás que dar algún regalo, ¿No?-Y ahí se encuentra el Brian mujeriego.

-Vete a la mierda, Miller.

Ni una lágrima más. {Dreams1}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora