Bien, todo perfecto, todo calmado. Los dos a la piscina, en pleno invierno, mojados, en el jardín. Tranquila, Danielle, decía mi voz interior, a la cual, no hice ni caso.
-¡Te odio Miller! ¡Eres lo peor!-Repliqué.
-¡Que exagerada por dios!-Río, le miré amenazante.-Solo es agua.
-¡Agua fría! ¡En pleno invierno, con todo el frío helado!-La histeria me invadió.
No entendía como este chico podía ser tan odioso y adorable a la vez.
-Shhh.-Dijo mirando para todos lados.
-¿Qué?-El nerviosismo se apoderó de mi.
-¡Ahh! ¡Una serpiente!-Gritó.
-¡Ahhh!-El terror invadió todo mi cuerpo, cuando Brian comenzó a reírse.- ¿De qué te ríes?-Ahora lo que se mostraba en mis ojos era confusión.
-De que eres muy inocente.-Carcajeó.
¿En serio Miller? Es odioso, dioses. Lo odio, no sé como si quiera puedo convivir con él.
-Te odio.-Crucé mis brazos.
Su expresión cambió de divertida a preocupada.
-Anda, ven princesa.-Nadó hacia mí.
-No, déjame.
Me salí de la piscina y fui directa a la ducha, avisé a mi padre de que iba a entrar a la ducha dado que algún imbécil me había tirado a la piscina. Entré al baño y tras una larga ducha relajante salí para vestirme pero, tengo la peor suerte del mundo.
-¡Papá!
-¡No está, ha salido!-Informó Brian desde abajo.
-Brian, ¿Me puedes traer ropa por favor?
-¿Cómo se te ha podido olvidar la ropa?-Contestó subiendo las escaleras.
-Pues, la verdad, un imbécil llamado Brian Miller me ha sacado tanto de mis casillas que he terminado olvidando todo.
-A ver, dime, ¿Qué te cojo?
-En el segundo a la izquierda está la ropa interior.-Oí su risita y supe que ya había abierto ese cajón.-Cuarto cajón a la derecha pantalones y tercer cajón a la izquierda sudaderas.
Pude percibir el sonido de los pasos de Brian acercándose a la puerta. De repente, el miedo invadió todo mi ser.
-Anda abre.-Me quedé callada.-Becket, no sé cómo voy a entregare la ropa si no abres.
Estaba segura de que Brian Miller no era como los demás, él me entendía y aunque a veces pudiera parecer una persona odiosa, como ya dije, es adorable.
-Vale, pero procura no mirar, y mucho menos entrar, Brian.
Abrí la puerta lentamente con manos débiles y temblorosas, tuve todo el cuidado de que no se me viera nada. Brian me entregó la ropa por el hueco de la puerta que estaba abierta.
-Sabes perfectamente que me he comportado al no mirar. Luego me tendrás que dar algún regalo, ¿No?-Y ahí se encuentra el Brian mujeriego.
-Vete a la mierda, Miller.
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Ni una lágrima más. {Dreams1}
Teen FictionMuchos piensan que el amor puede con todo. Otros, simplemente dicen, que podrían dejarlo todo y tirar la toalla una vez que eso no funciona. Soy Danielle Becket, mi historia sobre mis amigos y mi cambio de aires no es nada del otro mundo pero, te...