CAPITULO 6

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-Hola, me llamo Danielle Becket, soy de Sevilla y me acabo de mudar a Madrid, tengo 16 años y bueno, no tengo amigos, así que, me gustaría hacerlos y eso es todo.

-Muy bien.-Dijo la profesora.-Usted ya puede sentarse.

-¿Dónde me siento?-Cuestioné.

-Allí, al lado de Katia Jones.

Me acerqué al sitio correspondiente y me acomodé.

-Hola.-Dije.-Te llamas Katia. ¿No?

-Si, me llamo Katia, encantada.-Una amplia sonrisa se formó en sus labios.-Me han dicho que eres amiga de Brian Miller.

-Si.-Afirmé.

-Solo te digo una cosa, ten cuidado con ese chico, a veces, no es nada bueno.

Me quedé pensativa ante las palabras de Katia. ¿Será verdad? ¿O solo quería asustarme? Es decir, a mi Brian no me gusta.

-Pero él a mi no me gusta.-Dije mirando a Katia, la cual me miraba obvia.-No me gusta.-Me miró de nuevo.-Puede que un poco.

A los pocos segundos mi móvil vibró en el bolsillo de mi pantalón y lo cogí disimuladamente para que la maestra no se diera cuenta.

-Fea, me aburro mucho en clase. ¿Tú que tal vas?

-Bien, Brian y lo de aburrirse en clase, te entiendo, con el cerebro de mosquito que tienes...

-¿Perdón? ¿Tú has visto lo bueno que estoy?

-El físico no lo es todo, el que es un descerebrado lo es para siempre. Además, Christian está más bueno que tú.-Vamos Danielle, con el vacile.

-¿Ah si? Pues ahora te quedas sola.

Se desconectó. No entiendo por qué motivo se ha enfadado o puesto celoso ya que se supone que él por mí no siente nada. No comprendo.

-Brian ¿Estas celoso?

-¡Brian! ¡Contéstame!

Vi los ticks y se desconectó de nuevo, no comprendo, en serio que o comprendo.

Salí de clase ya que había sonado la sirena que las finalizaba. Al llegar al pasillo busqué a Brian con la mirada y lo encontré hablando con una chica morena y algo alta.

-Hola.-Una amplia sonrisa se dibujó en mis labios.

-Bueno, yo me voy, Brian hablamos luego.-Aquella chica se marchó segundos más tarde.

-¿Quién era?-Curioseé.

-Nadie, ¿Vamos o qué?-Ese tono seco no me gustaba nada.

-Si, vale.-Un susurro fue lo único que conseguí sacar de mis labios.

Pusimos rumbo a casa. No entiendo porque Brian está tan molesto. Durante el camino se fue formando un silencio muy incómodo, como una costra y decidí romperlo.

-¿Qué te pasa?-El desconcierto invadía mi voz y el brillo de mis ojos lucía apagado.

-¿A mí? Nada.-Otra vez volvió ese tono seco.-A ver si vuelven Christian y mis padres del viaje para que puedas estar con él y no tener que pasar tanto tiempo conmigo.

Ni una lágrima más. {Dreams1}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora