The Williamsburg Club

Capítulo 19: Ariel

CAPÍTULO DIECINUEVE

ARIEL

31 de octubre 2015

Mi primer Halloween en Estados Unidos. Iba a ser genial. Markus me había invitado a una fiesta a la que iban su hermana, Annaïs y, por lo visto, media ciudad, en casa de una tal Anastasia.
Era la primera fiesta de Halloween a la que iba, así que quería un disfraz original. No tuve que pensar demasiado, ya que me decanté por uno que era muy fácil de hacer; no tenía que comprarme nada. Escogí ir de Miércoles Addams; era tan sencillo como un vestido negro de manga larga, camisa blanca por dentro, medias negras, zapatos negros, dos trenzas, y, mi toque personal: pintalabios negro.
Había quedado con Markus en la tienda para ir en su coche a la fiesta. Ya habían pasado dos semanas desde el baile y había actuado como si el beso en la tienda con Markus no hubiera ocurrido. Era algo completamente estúpido ya que claramente me gustaba, pero, simplemente no podía aguantar que la gente supiera lo que sentía y hablara sobre mis sentimientos; tenía suficiente con Nick y Oasis bromeando. No soportaba que cualquiera supiera mis más íntimos pensamientos. Me sentía como desnuda. Toda esa vergüenza estúpida... no me hacía ningún bien, aunque Markus era una buena persona y parecía entenderlo.
Me encontré con él en la tienda a las 08:30 PM.

—Miércoles Addams, genial —dijo mientras hacía una pequeña reverencia entre risas.
—Joker... nunca falla —dije admirando su disfraz.

Nos subimos al coche y fuimos a la fiesta. Aquello estaba repleto. Nos habíamos dejado caer hacia las nueve, tratando de llegar pronto, pero parecía que toda esa gente llevara horas y horas allí. Tantas personas juntas mirándonos al pasar me dio bastante corte.
Al fin, conseguimos encontrar a Adrianna, la hermana de Markus, y a Heather, la hermana de Annaïs.

—Esta es Ariel. Ariel, Adrianna. A Heather ya la conoces —añadió señalando a cada una.

Esbocé una media sonrisa como respuesta.

—¿Te ha comido la lengua el gato o qué? —me soltó Adrianna. Heather sonrió ante el comentario atrevido de su amiga.
—Qué graciosilla eres, ¿no? —le respondí con tono irónico.
—¡Pero si sabe hablar! Esta vez has elegido mejor, M.
—¿Qué dices, Adri...?
—Nada, nada —respondió su hermana subiendo las cejas.

Madre mía, ¿se notaba en mi cara que me gustaba? Creo que esta se puso del color de mi pelo porque Heather soltó una risita aguda.
Entonces Adrianna nos arrastró hacia una mesa con bebidas de todo tipo. Nos alcanzó un par de vasos rojos de cartón y nos sirvió algo que apestaba tanto a alcohol que parecía colonia. Pero estaba bueno.
Alguien sugirió jugar a la botella y mucha gente se sentó en círculo. Me senté junto a Markus en el círculo más al centro. Al sentarme me di cuenta de que Nick estaba allí también. Me saludó con un gesto del brazo. Miré más hacia la derecha y vi sentada a Oasis con una mueca en la cara, era una especie de asco, odio y terror.
Ya me había terminado mi copa y la habitación comenzó a dar vueltas. Recuerdo ver a Markus cada vez más guapo y sonriente. También me bebí su vaso. Y lo siguiente que recuerdo es despertarme en el sofá del salón con las botas de Oasis en mi cara.
Traté de incorporarme sin golpearla pero no fue posible. Se me había dormido la pierna derecha entera y le pegué sin querer una patada en la espalda, con lo que cayó al suelo de golpe. Se sentó en un momento y me dirigió una mirada asesina.
—Lo siento, se me ha dormido la pierna —dije tratando de sentarme al borde. Mi maniobra resultó en un arrastre por el sofá sin éxito. Oasis soltó una carcajada.
—Me das tanta pena que casi se me olvida el tortazo que me acabas de propinar —dijo mientras yo seguía intentando sentarme. También se me había dormido la otra pierna. Me sentía profundamente estúpida.
—Anda, para. Estás haciendo más ridículo que anoche, si cabe —rió mientras me colocaba los pies en el suelo y la espalda en el respaldo. De repente empecé a notar un dolor horrible en mi cabeza. Mi cara debió de exteriorizarlo.