'Capítulo 4'

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Llego a casa, Ethan ya se ha ido.
Al principio me entristezco y me siento en el sofá roja de rabia mientras veo las noticias, pero luego lo pienso bien.
¿Cuántas fiestas me daría tiempo a montar?
Yo y mi bipolaridad no diagnosticada.

Mientras veo las noticias me da hambre, y me asomo al frigorífico, Ethan seguro que me ha dejado la cocina llena de todo lo que más me gusta. Es más bueno que una patada en el culo. O como se diga.
Y bingo, el frigorífico está lleno de carne y de chocolate.
Santa chocolatina, juro hacerte un altar en el patio de casa.

Cojo una pizza que meto en el horno, y me siento en una silla frente a ella a esperar que se haga.

¡Seth! Casi lo olvido...
Agarro rápidamente el móvil de encima de la encimera y saco el papelito con su número.
Al mirar el móvil, leo los mensajes antes de hablar con Seth.

Alison: Te fuiste hoy sin decir nada, amiga, no sé qué te pasa últimamente pero me estás asustando...

Ethan: Pequeña, ya he llegado, supongo que ya te has dado cuenta de la comida que dejé para ti. Cualquier cosa me llamas. Te amo ♡

Sólo respondo al mensaje de Ethan y a Alison la dejo en visto, le debo una por haberme dejado tirada en la taquilla.
Con cuidado de no equivocarme, marco el número de Seth, pero antes de hablarle, obvio debo comer así que saco la pizza y empiezo a devorarla.
Ahora sí.

Yo: Hola precioso. ♡

Acosador: Ya me estás enviando corazones... Creo que ya te estás enamorando Collins...

Yo: Aquí el único acosador enamorado eres tú, querido Rush.

Acosador: ¿Acosador?

Yo: Te puse ese nombre en mi agenda.

Acosador: Mmm... me gusta.

Dejo a Seth en visto, me acaba de dar una pereza impresionante.
Ya son las ocho de la tarde y me arrepiento de ignorar a Alison, ahora no tengo nadie con quien salir.
A estas horas estaría aún arreglandome para salir, pero en lugar de eso, llevo un pijama con manchas de vaca, con mi pelo lacio recogido en una coleta muy alta.
Estoy sola y aburrida sin Ethan, se acaba de ir y ya lo echo de menos.
En realidad estoy acostumbrada a estar sola en casa cuando Ethan viaja, pero nunca se había ido por tanto tiempo. Él siempre tardaba una semana como máximo por eso a lo que se dedica.
Siempre que se va paso miedo, muchas veces prefiero ser pobre antes de que mi hermano trafique. Porque vale que gana más dinero que un político corrupto, pero muchas veces su vida podría peligrar. Y también vale que fuese el tío más peligroso por los alrededores, pero hay mucha gente rara en el mundo.
Sé que cuando llegue, traerá con sí una media de un cuarto de millón de euros, pero yo no quiero el dinero si tengo que perder a mi hermano a cambio. Vamos, ni de broma.
Cada vez que mi hermano viaja, no salgo a la calle, prefiero quedarme en casa hecha un ovillo, pues, nunca querría llevarme con él donde mi vida corriese peligro.

Vuelvo al mundo cuando escucho el timbre de la puerta.
Me levanto lentamente y me dirijo a abrir la puerta, con la esperanza de encontrar a Alison y a su porsche aparcado cerca.

¿Y a que no adivino quién está al otro lado de la puerta?
Mi acosador.
-¡Maldito seas, estaba medio dormida! -Miento. -¿Cómo sabes que vivo aquí?
-Sería estúpido de no saber donde vive Chelsie Collins... Ah, te ves sexy con ese pijama.
Guiñandome un ojo, entra en casa como si nada, como si fuese su casa en lugar de la mía.
Cierro la puerta detrás de mí.
-¿Qué demonios haces aquí?
-Solo venía a ver cómo estaba mi chica favorita.
-Estoy perfectamente, adiós.
El no hace caso a mi ruego disfrazado de orden. Sólo contesta con una sonora carcajada.
Agg, maldito estúpido idiota con la sonrisa desgraciadamente caliente.

Pero de nuevo pienso que si Seth quiere juego, lo va a tener.
Me acerco a él y me siento a su lado, demasiado cerca. Le paso la mano por el pecho y él se estremece.
-¿Jugamos? -Le susurro al oído.
-Mmm... Te espero en tu habitación.
-Arriba, segunda puerta a la derecha.
Sube. Pobre, está desesperado.
Veo como apaga la luz del cuarto y me río en silencio, esta vez se va a llevar una buena decepción y un dolor de testículos importante.
Lentamente subo las escaleras haciendo ruido, para que me escuche subir, y apago la luz del pasillo para que solo vea mi silueta.
Me dirijo a la habitación y lo veo.
Tumbado en mi cama y desnudo.
Desnudo.
DESNUDO.
¡¡DESNUDO!!
Saco mi móvil del bolsillo para hacer una de mis maldades.
-Cariño, levántate, quiero verte. -Digo entre dientes, intentando aguantar la risa.
Ingenuo, me hace caso y se levanta de la cama, es mi turno de actuar.
Como si pasara en un segundo, enciendo la luz y saco el móvil para sacarle una foto a Seth, ahí, con su amiguito colgando.
Abre los ojos como platos y se tapa con un peluche de mi cama. Ahora debería tirarlo, pero no importa, tengo una foto.

Y entonces imagino el instituto repleto de carteles con esta foto donde ponga acosador con dolor testicular.

Me voy corriendo al piso de abajo, con Seth en bóxers corriendo detrás de mí.
El dolor de estómago aumenta conforme voy riendo, y no puedo parar.
Finalmente paro porque me va a dar un ataque de risa.
Me coje por la espalda y caemos al suelo.
-¡Borra esa foto! -Me exige.
-Se la voy a enviar a todo el instituto. ¡Eso te pasa por desesperado!
-¡Deja de reirte y dame ese móvil!
-Solo con una condición, vas a dejar de molestarme.
-No está en mis planes abandonar mis sueños.
Sus palabras suenan tiernas, aunque un idiota como Seth no puede ser así de amable con una chica.
Se acerca lentamente agarrando mi barbilla y me mira a los ojos con una sonrisa que es bien caliente y que agg, le quitaría esa sonrisa a puñetazos.
También me gustaría quitarle otras cosas como la ropa...

Chelsie, deja esos pensamientos sucios, eres una niña inocente.

Se acerca a mí muy lento, como en los momentos cliché de la película donde la chica dice...
"Seth, el capitán del equipo de fútbol del instituto y el más guapo, se acercaba lentamente a mí y todo el vello de mi cuerpo se erizó, estoy enamorada de este chaval, haría cualquier cosa por él, bla bla bla..."

-Solo quédate quieta. -Me susurra, a lo que yo quedo en blanco.
Mis piernas no obedecen mis órdenes y se quedan quietas, pero mi mente le manda a mis ojos la orden de se cierren, esperando sus labios sobre los míos, y cuando casi su nariz roza la mía, cuando ya me va a besar...
Me sopla.
Seth me sopla.
Y yo estaba esperando que me besara.
¡Y Seth me sopla!
-Y a mi me dices que estoy desesperado, pero mírate a tí, con la boca abierta esperando a que te besara. -Mi cara se pone roja, mis mejillas arden.
¿Seth me ha hecho una cosa así?
Riéndose, sube a mi habitación a terminar de vestirse, y sale de casa sin decirme nada, tocándose la barriga.
Y yo en el sillón hecha una bola y todavía roja de rabia.
Esta me las va a pagar, y bien caro, va a conocer quién es Chelsie Collins.

•••
Ethan en multimedia ♥

EN PELIGRO (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora