'Capítulo 38'

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La pistola pesa sobre mi mano y no puedo usarla. Ethan sigue en el suelo y ellos cada vez están más cerca de . Tengo miedo, mucho miedo. Ethan coge fuerzas y grita. Ellos se dan la vuelta y van hacia Ethan. Él ha vuelto a salvarme. Me levanto y corro hacia el bosque, a la profundidad del bosque oscuro donde casi tengo seguro que no me encontrarán. Ya no los escucho. He perdido mi pistola. Ethan se ha quedado sólo y ya no escucho nada. Se ha hecho de noche y vuelvo a aquel sitio. Ellos ya no están allí. Ethan ya no está allí.

Domingo y otra pesadilla más.
Ethan viene corriendo a mi habitación, pues seguro me ha vuelto a escuchar. Mi frente de nuevo está sudada y mis manos tiemblan de manera escalofriante. Ethan me libera de todas las mantas que hay sobre mi cuerpo y me ayuda a sentarme en la cama, para volver a abrazarme y decirme que todo estará bien. Pero no puede mentirme. Todo está claro y mis pesadillas no ayudan.

Quedan pocas horas para ir a ver a Seth, cosa que me hace sentirme un poco mejor. Pero si pienso en lo que pasará al día siguiente, mis pies se hielan y las lágrimas en mis mejillas delataban el miedo que siento, una parte de mí ha muerto. He descubierto que ya no soy la Chelsie de hacía unos meses, no. La líder con la que nadie se metía, no ha desaparecido, ha muerto. Así me siento. Débil, culpable de todos los males que le están sucediendo a mis seres queridos.

No puedo volver a dormir en toda la noche, el miedo a tener pesadillas me atormenta. Y todas son iguales, Ethan desaparece al final de todas. Y yo sigo pensando lo mismo, si a Ethan le pasara algo, no podría perdonarmelo.

A la mañana me doy una ducha de agua fría y me pongo lo más cómoda posible en cuanto a ropa. Tapo mis ojeras con algo de maquillaje, que en lugar de tapar las dichosas ojeras, empeora la cosa. En el desayuno Ethan está radiante como siempre, ignorando nuestro destino. Parece que ninguna preocupación tortura su mente y lo agradezco.
Pero en realidad no es así. Él lo está pasando mal, incluso peor que yo, pero su capacidad para esconderlo es asombrosa y algo confusa. Sé que estaba mal, pero hace lo posible por no mostrarmelo.

Vamos a hacerle a Seth una visita importante, puede que la última. Como lo echaré de menos. Todo él y nosotros. No me molesto en arreglarme lo más mínimo, mientras que Seth no pueda verme, no quiero impresionar a nadie, aunque también me faltan las ganas.

Smith conduce y Darry va en el asiento del copiloto, camino al hospital.

Agarro la mano de Ethan.

-Si te encuentras mal podemos volver a casa...-Me dice al ver mi cara devastada por el insomnio. Le doy una sonrisa breve, haciéndole creer que estoy bien.

EN PELIGRO (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora