EN PELIGRO (Editando)

'Capítulo 26'

—¡Volveremos por ti, Chelsie te lo prometo! —Grita Seth, pero ya es tarde.

Los veo desde el interior de un coche, veo como nos alejamos rápidamente a un lugar que no sé donde queda, ni con quien me voy a encontrar.
En el asiento del conductor, se encuentra un hombre de apariencia fuerte, con treinta años aproximadamente. La cara adornada con una cicatriz y sin pelo en la cabeza.

A mi lado, está quien creí que era mi mejor amigo. Thiago. Todo lo tenía planeado, hizo ser mi amigo y me traicionó, todo es muy raro.

No me atrevo a mirar por la ventanilla, ni quiero ni ver dónde me van a llevar a continuación.

Después de varios minutos de viaje, al fin aparca el coche en algún lugar. Primero sale el hombre calvo y mas tarde, Thiago, que me coje bruscamente del brazo para sacarme. Me dirije a un edificio abandonado donde solo hay moho y oscuridad.

En el ambiente hay un olor asqueroso, a cigarro y a whisky. El suelo está sucio y no se puede casi ver nada.
Llegamos a una habitación, también sucia y maloliente y Thiago me lanza, cayendo al suelo.

Yo no digo nada, solo dejo caer una lágrima de mi ojo. Cierra la puerta y me deja sola, sintiéndome miserable.

Aún en el suelo, me echo las manos a la cabeza, preguntándome por qué me pasa todo esto, qué he hecho yo.
Que no debería pasar por esto, que no es mi culpa lo que hubiera pasado entre mis padres.

Una sombra se acerca a mí al abrir la puerta. Y veo a la persona que más daño me ha hecho. Sus asquerosas manos se acercan a mi rostro y lo acaricia de una manera cínica, para después reírse.

Mi pesadilla ha vuelto. Robert de nuevo está conmigo.

—Eres más lista de lo que creí. No cualquiera se escapa...

—¿Que es lo que quieres? —Le interrumpo.

—Vengar a mi padre. —Un escalofrío recorre mi cuerpo, el miedo se está apoderando de mí.

—Vale. ¿Podrías hacerlo a un metro de distancia? O quizás lavarte los dientes te vendría bien, te apesta el aliento.

—No te quiero a ti realmente, no me sirves nada más que para tenerlos a todos juntos. Quiero a tu madre y quiero a tu hermano, y solo los puedo conseguir contigo...

—No vas a hacerles daño...

—Solo tienes que colaborar y no resultarás herida. De lo contrario, hay gente que se puede encargar de ti. Hasta mañana preciosa.

Aprieto los dientes, siento impotencia de no tener nada con lo que responderle, no puedo proteger a mi madre ni a mi hermano y eso es duro. No quiero pensar lo que podría pasarles por mi culpa.

La situación me supera, y lo peor de todo es que no puedo hacer nada para detener todo esto.

—Toma, bebe algo de agua, que te vas a deshidratar. —Me dice una persona que no puedo reconocer a primera vista, pero su voz se me hace familiar. Tomo el vaso de agua y me lo bebo de un trago.

—¿Quien eres tu?

—Soy Kiliam... ¿Me recuerdas?

***

Dicen que la vida es única y que hay que vivirla pero... ¿Que hacer si la vida te trata mal? ¿Sonreir como si no pasara nada? Bonito de decir, pero irreal.
Cuando a alguien le destruyen sus metas, sus sueños, su vida, nada es tan bonito como la gente dice.
Cuando la melancolía se adueña de ti... ¿Debes sonreír? No es fácil fingir una sonrisa, y menos cuando no quieres. Nada en la vida es tan bonito como aparenta ser. Toda la gente a tu alrededor no es la que aparenta. La gente es mala y algunos quieren verte mal. La mayoría de las veces lo consiguen.

¿De que vale vivir si te sientes muerto por dentro? Si toda tu vida ha sido una pesadilla... ¿De que vale luchar por algo que no tiene sentido? Cuando no te quedan lágrimas que derrochar, ni fuerzas para seguir adelante... Lo mejor es olvidarse de todo. Cerrar los ojos. Agachar la cabeza.

Volver al mismo dolor, al cansancio tanto corporal como emocional, de nuevo los golpes, los moratones, el miedo. ¿Quien va a salvarme ahora? ¿A quien le importa lo suficiente como para venir a buscarme? A nadie.
Es el rugir de mi estómago y la sequedad de mi boca por falta de agua, todo eso me hunde.

Debo escapar y ser feliz pero ¿Como hacerlo? Yo sola no sirvo para nada, si no puedo hacer nada por protegerme a mi misma.. ¿Como voy a proteger a los que quiero? De ninguna manera posible.

Tengo un solo apoyo, Kiliam, pero eso no es suficiente. El tampoco podría ayudarme a proteger a mi madre y a mi hermano. Lo único que puede hacer por ellos es rezar que estén bien.

El olor se cuela en mis fosas nasales y me hace sentir aún peor, sumergiéndome en un abismo de dolor del que creo que nunca podré salir. El frío se cala en mis débiles huesos, me duele el cuerpo y no tengo ni una maldita sábana para poder sentarme encima ni taparme.
¿Alguien estará pensando en mi? Porque yo no puedo olvidarme de todos ellos.

Mi hermano Ethan y sus hermosos ojos azules, su valentía a la hora de protegerme, ¿Donde se habrá metido?

Alison, mi rubia... Ella siempre ha estado conmigo, siempre me ha apoyado en todo. ¿Que ha pasado con ella?

Y Seth, sus ojos oscuros y su cuerpo... Su sonrisa cuando hacíamos el amor, todo. Su perfume, sus camisas que me quedaban largas y su pelo siempre hecho un desastre. ¿Me tendrá tan presente como yo a él?

Pienso que ellos se han olvidado de mí, que se han ido a ponerse a salvo. Pero no, Ethan no lo haría. Me queda algo de confianza.

Solo falta esperar. Posiblemente, después de esta tormenta, podría salir el sol.

Y si estoy equivocada, solo me queda vivir como en ese momento, sin sentimiento ninguno, con mi corazón volviendose de piedra aunque mis ojos se llenen de lágrimas cada noche, con dolor en el pecho y pesadillas en la cabeza. Sin poder dormir ni comer, siendo miserable de nuevo.

Esto solo está empezando, me falta toda una vida para saber lo que va a pasar conmigo.

Esto solo es el principio de mi infierno.

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