'Capítulo 12'

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-Solo prométeme que nada cambiará después de que sepas esto...
-Lo prometo.
Su semblante cambia a serio y empieza a contarme.
-Mis padres eran personas que no tenían nada, vivían en la calle, yo solo fuí un accidente. Con tan solo tres años, ellos murieron de desnutrición, dejándome en manos de los servicios sociales, que me llevaron a un orfanato, del que escapé varias veces. Cuando cumplí los 7 años, una familia me adoptó, ellos tenían todo tipo de lujos y de riquezas, pero una carencia de amor importante, ella no podía tener hijos y él era un importante empresario que no estaba nunca en casa por viajes de trabajo. Ellos no me querían, solo querían fardar de hijo con la gente pija que ellos llamaban amigos. No me atendían, no me hacían caso... Una vez caí enfermo. Ellos no querían ayudarme, me dejaron abandonado en la puerta del hospital, con solo 14 años.
Con suerte me recuperé...
-Pero... -Lo interrumpo. -¿Qué tiene que ver todo esto con mi hermano? Además, sabes que no tienes que contar esto tan personal...
-Espera. -Sigue. -Cuando me recuperé, busqué a mi familia adoptiva pero no los encontré por ninguna parte. No tenía nada, así que empecé a robar por necesidad, iba a morir de hambre como mis padres si no lo hacía. Dormía en los portales de las casas con una manta que robé en el hospital cuando estaba enfermo. Un día estaba sentado en la calle y se me acercó un hombre raro. Tuve miedo, pero él quiso ofrecerme un trabajo. Él me pagaba una enorme cantidad de dinero por matar gente. Sinceramente, lo intenté, pero la primera vez que ensucié mis manos de sangre, no me lo pude perdonar, aún recuerdo a esa persona...-Se le ve hablar con dificultad -así que volví a la calle y a robar, pero con depresión. Tal era así que empecé a robar más, pero no por necesidad, sino por vicio. Me había convertido en un puto drogadicto. Un día, iba caminado sin rumbo alguno y llegué a este barrio. No conocía a nadie y ví una enorme casa de dos plantas. Yo no sabía quién era Ethan Collins y mucho menos que vivía en esa casa e intenté entrar a robar. Pero Ethan me pilló. Empezó a golpearme de una manera sobrehumana, pero vió como lloraba y me preguntó qué me pasaba. Le conté todo esto y él me pidió perdón. Ethan me pidió perdón. Me dijo que me ofrecería una casa cerca y todo lo que me hiciera falta a cambio de ayudarle, y así lo hice. Y eso llevo haciendo unos tres o cuatro años. Gracias a él y a Thiago estoy ahora mismo aquí, vivo.

Mi cara se pone blanca, no sé qué responder a tal historia. Sus ojos negros están brillando, su cara muestra preocupación, de alguna manera, una herida profunda ha vuelto a abrirse en él al contarme esto. Pero lo comprendo, mi pasado tampoco ha sido fácil, tampoco fuí una niña normal desde que cumplí los nueve años, no tengo recuerdos bonitos o de una familia feliz, no.
Sólo tengo recuerdos de golpes, pistolas y manos manchadas de sangre.
Al igual que a mí, Ethan lo había salvado. Todo el mundo piensa que Ethan es una persona mala, sin sentimientos y que no le importa matar a alguien si se trata de dinero. Todos le tienen miedo, agachan la cabeza cuando lo ven pasar. Pero no, él no es malo, es la mejor persona que puedo conocer. Él no es egoísta, también piensa en los demás, él ama. Mi mal humor parece haberse esfumado del todo.
-Eh, ya está. -Le digo agarrándole del mentón, lo veo decaído. -¿Ves? Nada iba a cambiar por saber tu pasado...
-Gracias por escucharme, ahora me siento... mejor.
-Pues alégrate, este no es el acosador que yo conozco.
-Podemos dar una vuelta por aquí. Solo hay campo pero... es mejor que quedarse aquí muertos del asco.
Como una niña pequeña cuando le dan una chuchería, doy un salto y corro a cambiarme de ropa para ir a pasear. Subo a mi cuarto y busco algo. Aquí en el campo no hace muy buen tiempo, pero tampoco hace frío del todo. Me pongo unos shorts vaqueros y una sudadera. Seth me espera abajo ya preparado.

Salimos de la casa y él cierra la puerta con la llave, para después dejarla en una maceta de la puerta. Empezamos a andar un poco distantes por un camino de tierra que no sé exactamente a dónde lleva. Miro a Seth que tiene una cara rara, como de entusiasmo, más bien de malicia. Es la cara que solía poner cuando me gastaba una broma en el instituto.

Si, esa cara que te encanta.
Cállate conciencia, eso no es verdad.
-¿Dónde me llevas? -Le pregunto alzando una ceja.
-A un sitio que te va a gustar.

Vale, Seth Rush, has conseguido asustarme por primera vez.
¿Y si me lleva lejos y me viola?
Chelsie, cállate, hace poco rato lo ibas a violar tú a él.

Puta conciencia entrometida.
Después de unos veinte minutos andando, ya los pies me duelen por ir pisando piedras. Puto campo, nunca me ha gustado.
-Será mejor que sea una sorpresa. -Dice, y se quita la camiseta para ponerla en mis ojos. Confirmado, quiere violarme y dejarme tirada.
Andamos un par de minutos más, Seth guiándome, pues yo no veo nada.
Se empieza a escuchar un chorro de agua que poco a poco es más cercano. Seth me quita la camiseta de los ojos y puedo ver una pequeña cascada en un río de aguas cristalinas. El sol ha salido y se puede ver perfectamente el fondo. Es todo parecido a un pequeño oasis, pero con un acosador idiota y feo a mi lado.
-¿Nos bañamos? -Me dice y me encanta la idea, soy Chelsie Collins, me gusta divertirme.
-Tu lo que quieras, yo sí.
Me quito la sudadera, hoy por suerte llevo una ropa interior bonita. También me quito las zapatillas, lo dejo todo en una roca que hay cerca y me recojo el pelo en un moño despeinado.
Pero antes de que pueda darme cuenta, Seth me coje sobre su hombro y me tira al río, tirándose él detrás.
Ambos reímos a carcajadas mientras nos echamos agua con las manos. Me coje de la cintura y me mete debajo de la catarata junto a él, hacía tiempo que no me lo pasaba así de bien. Mientras, me susurra algo al oído.

Me siento bien cuando estás a mi lado.

Mis terminaciones nerviosas se activan y su aliento en mi cuello me hace estremecer.
Pero lo ignoro, ni siquiera le doy una respuesta, hago como que no he escuchado nada.
Me giro y lo primero que siento son sus labios, se siente bien.
Pero no quiero decepcionar a Ethan, él nunca me ha decepcionado a mí.
Y ahora mismo no, no voy a caer tan fácilmente en las redes de Seth Rush, no quiero ser como las demás. Yo no soy una facilona de esas que se lleva a la cama a la primera. Vale que casi lo hago, pero he recapacitado y no, yo no soy tan fácil.
Lo alejo delicadamente con los brazos y empiezo a andar hacia la orilla.
Me siento a observar el precioso paisaje que claramente hay ante mis ojos mientras seco mi cuerpo al sol.
Al poco rato, se acerca a mí y el contacto de su piel mojada me hace reír y a la vez temblar por el frío del agua de su cuerpo.
Se sienta a mi lado y pone la cara seria.
¿Este chico es bipolar o qué?
Será por mi rechazo, no sé si realmente le molesta que lo aparte de mí cuando quiso besarme, pero algo le pasa.
-¿Todo bien, Rush?
-Recuerda esto... -Se acerca a mi oído y me susurra. -Conseguiré que seas mía tarde o temprano, Collins.

◇◆◇◆◇◆◇

En multimedia Seth y Chelsie en el río.

Gracias por leer y no olvidéis dar a la estrellita ☆

EN PELIGRO (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora