'Capítulo 17' .

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Seth Pdv'

Oscuridad. Habitación blanca. Nadie a mi alrededor.

Al abrir los ojos, la luz me ciega, parece que he dormido durante años, mis párpados pesan, mi cuerpo, atrapado en una cama con sábanas blancas pesa.
Un hombre que ronda los cincuenta, entra en la habitación de hospital que me cuesta recordar.
Un hombre con pelo blanco, con una carpeta en sus manos y con mirada de superioridad se acerca a mí.

-Alguien desea verle chaval.

Con las mismas, sale por la puerta y alguien entra casi saltando, por miedo o por emoción, no está muy visible. No logro reconocer quién es, pues mi vista sigue nublada como si estuviese soñando, aunque todo alrededor sea real.

-¿Qué has hecho imbécil? -Me dice y comprendo que es Ethan. Me coge de los brazos y me agita al no recibir ninguna respuesta por mi parte.

-No.. No lo sé.

-Sobredosis, gilipollas.

¿Sobredosis? ¿Por qué hice eso? Creo que he llegado a un punto extremo de angustia para terminar en un hospital y encima drogado. Nuestra visita a Chelsie y el encuentro con Kiliam ha hecho estragos en mí y un cambio en mi pensamiento. Necesito a Chelsie, pero necesito más aún que ella esté bien. Mi cuerpo está temblando mientras observo a Ethan con el pulso acelerado.

-¿Alguna noticia? -Le pregunto.

-Lo primero que tienes que hacer es explicarme por qué demonios estás aquí.

-Por sobredosis.

-Oh, muy inteligente por tu parte. Mi pregunta es ¿Sobredosis? ¿Enserio? -Dudo unos segundos qué responderle, pues ni yo mismo sé por qué lo he hecho. -Está bien, no te presionaré pero me lo acabarás contando. Sobre Chelsie hay noticias.

Mis ojos se abren como platos al escuchar su nombre, lo único que quiero es saber sobre ella, si ella está bien. Por ella estoy en esta situación, siendo vulnerable a mis emociones, dejándome llevar por este abismo de mala suerte en el que me he sumergido. Si no voy a al instituto, si no quedo con chicas, todo es por ella.

Por protegerla, me he mudado al culo del mundo, no por el dinero que recibo de Ethan, sino por ella.

Llevo sin quedar con chicas todo este tiempo, no porque no pueda, sino por ella. Algo dentro de mí me dice que le sea fiel. Y es raro en mí, pues me he acostado con muchas tías, pero lo suyo ha sido especial, yo he sido el primero en su vida y eso me gusta, es algo que me hace sonreir como un estúpido.

-Cuéntamelo todo. -Le digo más bien en tono de súplica.

-He hablado con Kiliam. Parece que Robert le ha contado a mi hermana una historia falsa sobre mí y sobre nuestro pasado, ella está dudando. Tengo miedo de que lo crea, que se la lleve lejos y no la vuelva a ver más.

No le contesto y todo el rato pasa en silencio, aunque hay un ambiente de tensión y de poca tranquilidad por mi parte. No podría perdonarme que se la llevaran. No otra vez.

Una enfermera entra a la habitación a darme el alta, pero no me siento con fuerzas para levantarme de esa cama y seguir viviendo. Tengo un trabajo y no lo he hecho bien. La tenía que proteger y se la llevaron de mi lado. Por imbécil.

Ethan me ayuda a coger mis cosas y salimos de ese frío y distante hospital. A pesar de que ha entrado el mes de mayo, la humedad en el ambiente es obvia, y el cielo está completamente cubierto por nubarrones de color gris, anunciando una tormenta. El tiempo combina perfectamente con mi estado de ánimo. Llegamos a la sucia casa que llevaba días sin limpiarse por la ausencia de Helena. Abro la puerta con las llaves que hay escondidas en una maceta con Ethan detrás de mí.

Lo primero que hago al entrar es tirarme rendido en el sillón con las mejillas mojadas.
Creía que era fuerte, pero no, soy vulnerable a todo.

-Ya está bien tío. -Me dice Ethan cogiéndome y levantando mi cuerpo del hundido sofá. -Tú y yo vamos a ir a por Chelsie, no seas marica y deja de llorar, ¿vale? Ella está bien y vamos a ir a por ella, nos la jugaremos como solíamos hacerlo tío. Si Thiago nos quiere ayudar bien, sino tu y yo solos nos apañamos.

-No lo sé tío, es muy peligroso, Robert puede hacerle algo...

-Peligro es una palabra que no conozco. Además, Chelsie es bastante cabezona para dejar que le hagan algo.

-Tío, estoy sin fuerzas.

-No te he preguntado. Con fuerzas o sin ellas, vas a venir conmigo, vamos a recogerla de allí y te cortaré las pelotas si te hechas atrás.

-Está bien, ¿Cómo lo haremos?

Ambos nos ponemos a pensar cómo lo vamos a hacer. Pero es sencillo, con ayuda de Kiliam o sin ella, vamos a cogerla de dónde está y nos la vamos a llevar lejos, dónde nadie nos moleste.

EN PELIGRO (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora