'Capítulo 42'

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-No Jennifer, no nos va a pasar nada. Joder, no llores.

En el momento que mi vista se desvía hacia donde mi hermano está al borde del cansancio, veo como Ethan lleva en la mano una pistola con la que apunta a Robert, que está de espaldas a mí. Pero debería ser tonta para no darme cuenta de que él también lleva un arma en su mano y no le temblaría el pulso a la hora de apretar el gatillo.
Todo pasa tan rápido, nadie se da cuenta que ambos se están apuntando entre las cejas.
Thiago me agarra del pelo y me da la vuelta para que no vea nada en el justo momento donde un disparo se escucha.

-¡ETHAN!

Grito a todo pulmón e intento soltarme pero me es imposible, Thiago no quiere ceder. Con el segundo disparo mi corazón se acelera, pues todo lo que quiero borrar de mi mente vuelve a aparecer. El disparo ha sonado igual que el que mató a mi padre, mi vello se eriza como esa última vez hace tantos años y una lágrima de miedo atraviesa mi cara. Tanto tiempo he querido engañarme haciendo pensar a todo el mundo que nada me importa y que soy dura como una piedra.

Pero sólo te das cuenta de la realidad de tu vida cuando estás en peligro de perderla.

Un golpe seco me saca de mis pensamientos y puedo ver como Jennifer se ha lanzado sobre Thiago con las pocas fuerzas que parecían quedarle. Tan rápido como puedo, me giro y veo a Ethan aún de pie, algo que me alivia el corazón por un momento. Achino los ojos y noto que una mancha roja se agranda en el costado de mi hermano, cosa que no parece inmutarle.

Pero aún así mi dolor incrementa cuando siento a la mujer que me dio la vida cayendo al suelo con un ojo morado y la nariz llena de sangre. Y me duele verla así porque ya la había visto antes y el sentimiento no ha cambiado.

Cuando intenta volver a levantarse, el pie de Thiago impacta sobre su cara haciendola caer una vez más.

-¡Mamá! -La llamo, y lo peor es que después de tanto tiempo, la he vuelto a llamar mamá. Su respiración es pesada, pero aún así logra levantar la cabeza de nuevo.

Y en este momento me doy cuenta de que no debería haberlo hecho, pues una mancha de color carmesí ensucia su pelo castaño y no es precisamente una buena noticia.

-Chelsie cariño... - Me llama y corriendo cojo su mano... Todo está claro, tengo que despedirme de ella. -No dudes que siempre os he amado, he hecho todo lo posible por protegeros todo este tiempo pero creo... Creo que ya no puedo hacer más...

-No mamá, vas a estar bien... -Lloro en sus brazos como una niña pequeña, me odio tanto por haberla odiado alguna vez...

-No voy a estar bien... Pero sé que vosotros sí.

-No por favor.

-Y quiero que sepas algo...

Entonces su voz se apaga. Su corazón deja de latir y vuelvo a llorar. Nada es comparable con el dolor que se siente al perder a un ser querido. Porque ella es mi madre y al fin y al cabo la amo. No puedo creer que ya no esté conmigo. Con lo fuerte que ella era...

Acaricio su pelo áspero y beso su frente mientras las lágrimas me borran la visión, entonces Ethan corre a mi lado. Juraría que sus ojos están empañados, pero se mantiene fuerte.

-Vamos, no necesitas ver esto.

Me da la mano para ayudarme a levantarme y lo siguiente que pasa hace que mi sentido común se paralice.

Mi mundo parece derrumbarse.

Mi vida ha perdido sentido.

Mi hermano cae al suelo con una bala que le ha alcanzado la espalda. No quiero pensar que está muerto... Sólo incosciente. Pero mi visión está reducida por las lágrimas.

-¿Te da pena, hermanita? -La voz cínica de Robert hace que me hierva la sangre. Y decido meter la mano en mi bota buscando la pistola que Ethan me había dado.
Si a mi hermano le ha pasado algo, ya no me importaría nada, porque mi vida solo sería un sinsentido.

Apunto en dirección a Robert, pero una voz conocida me para.

-¡Chelsie no! ¡No eres como ellos, no eres una asesina! -Darry salta junto a Robert y con una llave, lo paraliza cogiéndolo del cuello.

Smith también aparece como un ángel de la guarda e imita lo que Darry ha hecho. Y sólo siento miedo, porque los cinco hombres empiezan a acercarse a ellos.

-¡Seth ya sabes lo que tienes que hacer!

¿Seth tambien? El no puede, está demasiado débil.
En medio segundo, Seth coge el cuerpo de mi hermano por los brazos y lo mete en una furgoneta negra, que desaparece entre los árboles.

Y me derrumbo.

Ethan ya no está y no sé que pasará con él.

EN PELIGRO (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora