'Capítulo 18'

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Despierto gracias a una débil ráfaga de luz que entra por la ventana, Kiliam está sentado en el filo de mi cama. Estoy somnolienta, hace frío y una sucia sábana no me protege del tiempo.

La humedad es notoria y mis manos están tan frías como la habitación.

-¿Dónde... dónde está Robert? -Pregunto a Kiliam sonando asustada, aunque quiero convencerme de que ya no le tengo tanto miedo.

-Salió. Por suerte.

-¿Cómo que por suerte?

-Chelsie no te pongas nerviosa pero... -No funciona, pues al momento de decir estas palabras, mi vello se eriza. -He hablado con Ethan.

-¿Dónde está mi hermano? ¿Sabe que estoy aquí?

Mi voz suena frágil, rota. Si realmente Ethan conice mi paradero, podría volver a mi vida normal de fiestas y dinero. Echo de menos a Ethan, a mi hermano. Últimamente, las dudas han aparecido en mí por los relatos de Robert, relatos que luego tapaba con sus golpes y sus insultos. Mi cuerpo amoratado muestra signos de esos golpes y del sufrimiento que estoy pasando.

Yo, la estúpida que nadie se atreve a acercarse, me estoy haciendo débil, vulnerable a las cosas que pasan a mi alrededor, frágil como una figura de porcelana. Realmente, siempre lo he sido, pero nunca lo he mostrado a nadie. No quiero hacerlo ahora.

Una figura bella, hermosa, que aparenta ser dura y no poder romperse jamás. Pero cuando se cae, al mínimo golpe resulta rota en mil pedacitos que, aunque se peguen fuerte con super pegamento, se siguen viendo las rajas.

Todo el mundo perdió sentido desde que no estoy con la gente que quiero, cada noche en la que no puedo dormir, me hago preguntas acerca de mi vida, de la vida en general.

¿Para qué nacemos? Para sufrir en la mayoría de los momentos de nuestra vida. La felicidad solo es un mito que la gente inventa para no sentirse mal. Para dar ánimos. Pero yo, a mis 17 años, he descubierto que nada existe. Que lo material se rompe, que el amor no existe y que el cariño se desgasta. De esta sucia experiencia viene algo bueno, el apoyo moral y psicológico de Kiliam. Aunque eso no ayuda mucho.

Observo como se lleva un cigarro a la boca intentando calmar unos nervios que vienen sin explicación alguna, sin ningún motivo aparente.

Mira su móvil y se dirije hasta la puerta sin decirme nada. La puerta se abre y mi respiración se queda en el olvido. Agarro la sucia sábana con el puño por los nervios y la ira contenida, tengo ganas de gritar eufóricamente pero la situación me lo impide.
Kiliam se dirije a mí y me ayuda a levantarme de la cama, mientras me susurra 'mucha suerte'.

Levanto rápido con cuidado de no pisar nada, pues no tengo ningun calzado en estas condiciones inhumanas y me agarro del brazo de mi hermano.

Él ha venido a salvarme.

-No digas nada, solo corre, luego te explicaré todo hermanita.

Corro junto a él y alguien me levanta del suelo al ver mis pies descalzos, para cargarme en su hombro. Seth. Mi acosador no se ha olvidado de mí.

Recuerdo que Robert podría llegar en cualquier momento y matarnos a los tres, así que empiezo a llorar desconsoladamente en la espalda de Seth, mientras corre. Estoy llorando por primer vez y no me desagrada.

-Tranquila pequeña, todo saldrá bien. -Dice en lo que parece un susurro, mientras me introduce en un coche negro que hay aparcado cerca, subiendo él despues de mí, seguido de Ethan.

Dentro del coche hay alguien en el asiento del conductor, me puedo fijar en que es Thiago el que conduce el coche. No me mira, parece que no hay tiempo para saludos. Pone el coche en marcha pero algo casi se lo impide.
Una bala aterriza en la ventana del copiloto, donde se encuentra Ethan.
Un grito ahogado sale de mi garganta al ver el cristal saltar en cientos de pedazos sobre mi hermano.

-Mierda. -Grita Ethan. -Acelera y al aeropuerto directamente, ella ya está allí esperando.

-¿Y todo el equipaje? -Contesta Thiago.

-Tengo dinero para comprar cosas nuevas. Joder, corre.

Mi corazón da un vuelco. ¿Ella? ¿De quién hablan? El coche se mete en la autopista y yo no paro de llorar como si fuese una niña pequeña, Seth intenta consolarme y en parte lo logra.
Lo miro a los ojos mientras toca mi cabello despeinado y sucio por no lavarlo en todos estos días. Entonces pienso que debo oler fatal y que estoy hecha un asco, por lo que me separo de sus brazos. Él se acerca a mi oído y me susurra algo.

-Sigues siendo preciosa. -Me dice como si pudiese escuchar mis pensamientos.

Mi corazón vuelve a latir fuerte, pero no de miedo exactamente. Veo como llegamos al aeropuerto y Seth me saca rápido del coche. Sólo me da tiempo a decir un 'Gracias, Thiago, te quiero'.

Veo como Thiago se marcha a toda velocidad nuevamente mientras Ethan y Seth me abrazan.

-¿Dónde está? -Pregunta Seth.

-Aquí. -Dice una voz femenina detrás de nosotros.

Inmediatamente nos giramos los tres y me emociono al punto de querer volver a llorar al verla con un precioso traje y su pelo dorado al viento. Corro a abrazar a mi mejor amiga, mi Alison.

-Estás horrible. -Me dice intentando poner un punto de humor entre tanta tensión.

-Yo también te extrañe.

Ethan carraspea y Alison lleva las manos a su bolso sacando tres papeles que cojo al instante.
Son billetes de avión. Tres billetes a Australia. Miro a Ethan buscando una respuesta.

-Te lo contaré en el avión.

Asiento. Ethan me deja despedirme de Alison y él le agradece por conseguir los billetes, no quiero volver a separarme de ella. Voy a irme a Australia con mi hermano y con Seth. Observo a Ali mientras se va cuando alguien toca mi hombro.

-Volverás a verla, Chels.

Empieza a hablar una voz mecánica.

Pasajeros con destino a Australia, dirijanse a la puerta de salida número 6.

Y ahora si soy consciente de una cosa. Mi vida ha cambiado por completo, sin haber podido evitarlo.


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Chelsie en multimedia.
Gracias por leer y no olviden dar a la estrellita. (:

EN PELIGRO (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora