'Capítulo 30'

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Seth se ha movido.

¿Es posible?

Rápidamente salgo corriendo en busca de un médico, una enfermera, alguien para decirle que él nos ha dado una señal de vida.

Pero nadie, el pasillo está aún desierto posiblemente por ser la hora de almorzar. Mi corazón palpita en mi pecho como si realmente quisiera salir de él.

—¿Alguien puede escucharme? —Pregunto en recepción, la rubia antipática me mira por encima del hombro mientras que lima sus uñas.

Me pide que espere un momento mientras llama a alguien por el teléfono.
Me siento a esperar en la inmensa sala de espera mientras miro a todos lados buscando un médico.

—¿En que puedo ayudarla, señorita? —Me sorprende un hombre alto con el pelo rizado cano y una bata blanca, mostrando que es el médico.

—Si... Por favor. Mi amigo, él... Seth.

—Tranquila, vamos a ver a tu amigo.

Agacho la cabeza esperando alguna palabra más, pero nada. Subimos por el ascensor en un silencio un tanto incómodo hasta llegar a la habitación de Seth. Él sigue tumbado en la cama de la habitación, igual que momentos atrás sin que nada haya cambiado.

—Yo lo veo igual que cuando llegó.

—Doctor... Él, se ha movido... —Hace un gesto, como si mi respuesta le hubiese divertido, yo lo fulmino con la mirada.

—Eso es normal que pase. No significa que haya hecho ningún avance, ni muchísimo menos. Solo son como... descargas eléctricas.

Mi corazón vuelve a volcarse, mi subconsciente hecho pedazos y todo el peso del mundo cae sobre mis hombros. ¿Que siento por Seth? Ni mis sentimientos ni los suyos están claros, pero nunca me había dado cuenta de que lo necesitaba hasta ese día, aquella vez que por mi culpa tuvimos que llevarlo casi en brazos al hospital.

Yo soy la culpable de todo.

—¿Que tal? ¿Algun avance? —Escucho decir a mi hermano nada más abrir la puerta, parece impaciente por escuchar mi respuesta.

—Nada.

Agacha la cabeza en señal de rendición. Veo algo de pena en él, al fin y al cabo han sido amigos. Corro a abrazarle y algo de peso se esfuma de mi al estar en los brazos de mi hermano, siempre me he sentido segura con él.

He decidido volver al descampado donde siempre solía ir, he quedado con Alison y pasaríamos a buscar a Jeray. Ya es verano, agosto exactamente y se nota, la ultima vez que había ido a ese lugar estábamos aun en abril y a veces llovía. Me he perdido el último mes de instituto, por tanto no me he graduado. Pensándolo mejor, debería volver a repetir y esa es una idea aterradora que mi subconsciente me repite una y otra vez.
Me arreglo como la última vez y me pongo maquillaje, me visto con uno de mis trajes súper caros y tacones, como la Chelsie de siempre. Estoy dispuesta a volver a ser yo, la líder. A ser aquella a la que todo el mundo teme y respeta, aquella adolescente sin miedos ni preocupaciones, aunque tenga que aceptar haber perdido un amigo. Y casi a Seth.
Al oír el porshe de mi mejor amiga, salgo escupida escaleras abajo y me voy, no sin antes darle un beso en la mejilla a Ethan.

Subo rápidamente en el asiento del copiloto, he extrañado su tapicería roja y color crema. Abrocho mi cinturón de seguridad y Alison empieza a conducir a toda velocidad, como siempre.

—Hey, amiga, alegra esa cara, ¡Nos vamos de party! —Grita la niña de papá que tengo a mi lado, me hace reír al recordar estos momentos con ella.

EN PELIGRO (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora