'Capítulo 35'

245 11 0
                                        

—Yo también...

Me fundo en un ñoño abrazo con mi hermano mayor.

—¿Cuándo podremos volver? —Pregunto con ternura en mi voz.

—Aún no sé, pero espero que pronto lo sepamos. —Le cojo la barbilla para verle la cara y le sonrío, intentando animarle.

—Hey, ¿Cuánto hace que no pasamos una noche de hermanos? —Ríe y puedo alegrarme por él.

—Hoy no me ganarás.

Dicho esto, sale a correr como un niño pequeño a encender la televisión y enchufar la xbox en ella. Yo me río acordandome de todas las noches que nos habíamos quedado hasta tarde jugando con ese cacharro entre broma y broma, sin preocupaciones. Echando de menos esos momentos inigualables con mi hermano, después de tantos meses, nunca había tenido tantas ganas de estar con él, de protegernos el uno al otro como una verdadera familia.
Pasamos un rato agradable, jugando a la consola y riéndonos como hacer tiempo. Darry y Smith ya se han retirado a Dios sabe dónde, y nosotros aún jugamos.
Llega la hora de dormir y ambos nos vamos a nuestras respectivas habitaciones. Pero yo no puedo dormir, mis pensamientos invaden mi realidad y me es imposible conciliar el sueño.
Estoy sola en la fría y oscura habitación, planteándome sobre mi vida, mi pasado y mi presente. ¿Qué clase de sensación es esa?
Por la mañana me pongo un poco de maquillaje para tapar mis ojeras, vamos a ver a Seth, como de costumbre, con la compañía de Darry y Smith. Ethan le ha dado el día libre a Helena para pasarlo con su familia. Cogemos las cosas y nos dirigimos al hospital.

—¿Cómo que no puede recibir visitas? —Le gruño a la recepcionista, que sigue igual de antipática que siempre.

—El paciente se encuentra en condiciones complicadas. Está experimentando cambios y debe estar bajo vigilancia. Así que aconsejo que volváis mañana. —Dice mirando más bien a mi hermano con cara coqueta.

—¿Qué tipo de cambios? —Susurra mi hermano con los dientes apretados y mostrando total indiferencia hacia la chica.

—No estoy al tanto de ellos.

Mi hermano suelta un bufido y nos vamos de nuevo a casa. Tan normal por la carretera, como todos los días. Todo es demasiado normal, o eso creo yo. Pero mi visión cambia extraordinariamente al llegar a casa. La puerta no está cerrada con llave.
Al principio me parece raro, pero pienso que quizás a Ethan se le ha olvidado cerrar. Aunque también resulta raro, él nunca ha sido olvidadizo.

—¿He cerrado la puerta antes de salir? —Pregunta Ethan, también extrañado por la situación.

—No me he dado cuenta.

—Señor... —Habla Smith. —Yo si lo ví cerrar la puerta con la llave.

—Esto es muy extraño... —Contesta Ethan. —Chelsie, espera aquí, Darry esperará contigo.

—Ni muerta.

—He dicho que te quedes aquí. —Su voz intimidante me hace retroceder dos pasos atrás.

—Vale pero... No tardes.

Asiente con la cabeza y entra seguido de Smith.

—¡Joder! —Grita desde dentro y me hace asustarme, quiero entrar, pero Darry me agarra del brazo.

—Por favor señorita, puede ser peligroso.

Me suelto de su agarre y corriendo entro a la casa. Mi expresión cambia nada más pasar por el umbral de la puerta, claramente estoy escandalizada.

Todo ésta revuelto y roto, los acogedores muebles de madera están en el suelo hechos trizas. Pongo las manos en mi boca con expresión de sorpresa.

¿Qué demonios ha pasado?

—¡Te he dicho que no entraras! —Me reprocha mi hermano mayor.

—¿Qué mierda ha pasado?

—Mira. —Dice y me lanza un sobre marrón de papel reciclado, que ya está abierto y lo pongo frente a mí para leerlo.

"No quisiste hacerlo por las buenas,pero aún así te daré otra oportunidad. Tenemos que solucionar las cosas y cerrar este episodio. Eso por las buenas, pero si quieres hacerlo por las malas... Ella lo pagará. Así que estás cordialmente invitado a reunirte conmigo, te esperaré la semana que viene a las una de la madrugada, en el descampado. Nada de policías ni de guardaespaldas o acabarás muerto. Solos tu y yo. Pero ahora que lo pienso bien... Que Chelsie también esté allí. Nada de armas, y si no tienes el valor para acudir a la reunión, tu querida madre morirá igual que el traidor de su hermano, la tengo bajo mi poder. Ya es hora de que demuestres el hombre que eres. Y tu creyendo que podías esconderte de mí... Ah, algo más. Un solo policía o una sola arma, voy a darme cuenta así que te aconsejo que no te arriesgues. Un saludo, tu hermano Robert. "

—¿Pero qué mierda es lo que busca este tío?

—Sólo hay una manera de saberlo.

—No estarás pensando en ir solo a esa estúpida reunión...

—Contigo.

—Ya está, finalmente te has vuelto loco. ¿Quieres acaso que nos maten a los dos y nos dejen tirados en medio del campo?

—Si no vamos matarán a mamá.

—Oh, claro, ella haría lo mismo por nosotros... ¿Verdad? Como ya lo hizo una vez, ella arriesgaría su vida para salvarnos a nosotros...

—Esto no es cuestión de Jennifer. Es cuestión de que vas a volver a tu vida cueste lo que cueste. Vas a ser feliz, tú. Y por ti sí arriesgo mi vida.

—No tienes que hacerlo.

—Lo haré. Cerraré este capítulo de una maldita vez y tú volverás a lo tuyo aunque me cueste la vida. Está decidido, voy a reunirme con Robert.

Y se gira para ir a la cocina, dejándome perpleja y con la palabra en la boca. No, no puedo permitir que mi hermano arriesgue su vida por mí, ni pensarlo. Y que arriesgue la mía sin preguntarme, qué demonios.

Debemos de ir, porque sus constantes amenazas realmente nos asustan, pero necesito hacer un tipo de plan, salvar a mi hermano. Él no merece lo que está pasando.

Y se está acabando el tiempo, sólo me queda una semana para pensar.

EN PELIGRO (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora