'Capítulo 29'

271 17 0
                                    

El avión comienza a elevarse al mismo tiempo que las pocas esperanzas de volver a ser feliz.

No puedo dormir pese a que llevo dos días sin hacerlo, mi hermano me coge por el hombro, echando mi cabeza hacia su pecho.

Seth seguro que está en otro vuelo también camino a España, nuestro hogar.

Está presente en mi la esperanza de volver a mi vida de siempre, mi odiado instituto, mi mejor amiga e incluso Katy. Volvería a ver a mi mejor amigo, Jeray. Todo lo que he echado tanto de menos y que tantas ganas tenía de recuperar.
Solo que ahora faltarían dos partes esenciales en mi vida.

Echaría de menos a Seth y nuestras peleas en el colegio, nuestras bromas, todo lo bueno y lo malo.
Y ese traidor que ha sido Thiago. Tanto le he contado, tanto he confiado en él... Y claramente me he equivocado.

No lloro porque ya no hay lágrimas que brotaran de mis ojos, simplemente intentaré volver a ser feliz, lejos de Jennifer y de todo mi pasado.

Un par de horas más tarde, el avión se para y aterriza en el aeropuerto de Barajas. A pesar de su gran tamaño, el aeropuerto no está muy lleno, solo hay alguna gente esparcida durmiendo, esperando a su vuelo. Esta vez pasamos desapercibidos, nuestra ropa es normal y no huele a suciedad como la ultima vez.
La gente que nos acompaña recibe a sus familiares entre llantos y abrazos, nosotros somos la excepción.

Pues no tenemos familia, la única familia que yo tengo, es mi hermano.

Cogemos un taxi y por unos momentos creo que volveríamos a nuestra enorme casa en aquel barrio marginal, pero al entrar a la autopista sé al instante hacia donde vamos.

Ethan paga el taxi, que se retira enseguida, y nosotros nos dirigimos a la entrada por aquel camino de barro y de piedra.

Saca las llaves de su bolsillo y abre la puerta, la madera chirriante me asusta, haciéndome recordar cada uno de los momentos en esta casa.

Nos dirigimos al salón, recordando el olor a limón mezclado con madera húmeda que aún queda en el ambiente. Helena sale de la cocina y muestra sorpresa al verme, suelta los productos de limpieza que tiene en las manos y corre a abrazarme, hace tanto tiempo que no la veía.

—Oh, Ethan... —Saluda a mi hermano. —Acabo de terminar con el cuarto de invitados. Puede ir a dormir un rato, yo acomodaré sus cosas.

—Muchas gracias Helena, eres muy amable.

Efectivamente, Ethan se va a la habitación y yo corro a ducharme un poco. Intento aclarar mis pensamientos bajo el agua tibia de la ducha, que me cae directamente sobre la cara obligándome a cerrar los ojos, cosa que le hace recordarlo todo con más nitidez.
Me pongo lo más cómodo que encuentro en mi maleta y decido dar una vuelta por la casa... Por recordar. Como una auténtica masoquista.

Como bien había intuido, me detengo en la habitación de Seth, sin querer. Me siento en la cama y no puedo evitar inspirar el leve aroma sin que miles de recuerdos cargados de sensaciones lleguen a mi mente. Su almohada aún huele a él, todo lo que me rodea, me está destrozando... Realmente, lo echo de menos a más no poder.
Quizás es porque en esta cama habíamos hecho el amor por primera vez y ahora, él no está aquí conmigo para recordarlo y ablandar mi duro corazón.

—Cariño... Te entiendo tanto. —No me he dado cuenta de que Helena ha entrado. Se acerca a mí, se sienta a mi lado y yo la abrazo, aguantando el llanto en su hombro.

—Helena, le echo de menos... Me arrepiento de no haberle dicho todo antes.

—Lo sé, mi niña lo sé. Todas hemos pasado algo parecido, pero en tu caso... Él volverá, solo es cuestión de tiempo... Confía en ello.

—¿Y si no vuelve? ¿Y si vuelve y se ha olvidado de mí? ¿Y si...?

—Tranquila, volverá y se acordará de ti, solo es cuestión de un poco de fe. ¿Sabes? Él te quiere, se le nota en los ojos que te siente lo mismo por ti que tu por él... Solo dale tiempo Chels. Además, ¿Dónde está esa chica fuerte que conocí una vez? Si, aquella que nunca mostraba sus sentimientos.

Sus palabras me tranquilizan algo, consigo regalarle una sonrisa a esta mujer tan sabia.

—Bueno, debo volver a mis tareas, si necesitas algo, solo dímelo.

—Muchas gracias Helena, de verdad.

—No hay de que, mi amor.

Helena sale del cuarto y se me ocurre una idea, bueno, mas bien una sugerencia de mi yo interior.

Me arreglo un poco el pelo y voy a la habitación de invitados, con Ethan. Le beso la cabeza y se despierta.

—¿Necesitas algo? —Me pregunta.

—Saber en que hospital está Seth.

Me da la dirección del hospital, uno del que no había oído hablar nunca. Le doy las gracias, él me da una pistola pequeña que guardo en mis botas, solo por si acaso, aún sabiendo que odio llevar un arma encima.
Salgo de casa, camino al hospital.

***

El pasillo está desierto, salvo por una limpiadora que se pasea con su carrito lleno de productos de limpieza.

La recepcionista está leyendo una revista de cotilleos, tiene cara de pocos amigos, pero no me importa.

—Hola. ¿Puedo ayudarla en algo? —Me dice a regañadientes.

—Si, busco a Seth Rush. Soy su amiga.

Teclea algo en su ordenador viejo y me vuelve a mirar.

—En este momento está con su médico. Están terminando la revisión diaria, deberás preguntarle al doctor si puede recibir visitas. Piso 8, habitación 622.

Le doy una señal de entendimiento y rápidamente subo al ascensor con las manos temblorosas.

Nervios tontos.

Habitación 616, 618, 620... ¡622!
Llamo a la puerta, pero el médico ya sale.

—Hola... —Llamo su atención.

—Dime cielo.

—¿Puedo...?

—Adelante.

Entro a la habitación y me impacta verlo, parece que está dormido, tan normal, tan guapo.

—Hola Seth. No sé si me estás escuchando pero... No puedo aguantar más para decírtelo. Sé que quizás no pienses lo mismo pero... Te echo de menos ¿vale? Te quiero Seth. Tiene gracia, hace unos meses no me podía imaginar esto. Si, cuando peleábamos a todas horas y solo nos considerabamos compañeros de instituto. Recuerdo todas esas bromas que nos gastábamos y lo mal que nos hemos llevado siempre, también cuando peleabamos y Alison te decía de todo. Todos los momentos buenos, los malos... No puedo sacarlos de mi cabeza, no puedo sacarte a ti. Te necesito .. Y no soporto la idea de que puede ser que no levantes de esta cama para volver a la casita del campo conmigo, a pelearnos y arreglarnos al minuto, a volver a ser todo como antes... Aunque no soportara la idea de ser amigos. Por favor, vuelve conmigo...

Y lo que pasa a continuación hace que mi cuerpo cobre miles de sensaciones y no sé si son buenas o malas.

Seth se ha movido.

EN PELIGRO (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora