Mi padre no estuvo muy feliz al enterarse de que mi auto estaba en el taller. Según él, había sido una completa irresponsable al no llevarlo al chequeo para que le cambiaran los neumáticos por unos nuevos y por eso se había dañado ese en plena carretera –No pudo ser un accidente, como siempre, tuvo que haber sido mi culpa– Y obviamente, más lo enfurecio el hecho de que no llevaba el repuesto conmigo.
–Y da gracias que soy yo quién te esta regañando y no tu madre. Ella te estaria diciendo cosas peores–Fue lo ultimo que me dijo después de insultarme para luego irse escaleras arriba murmurando cosas que preferí no entender para mantener tranquila mi salud mental.
Ahora, como no tenía auto hasta mañana que lo entregaban, Megan tenia que sacar el suyo y pasar a recogerme.
Si, hoy los roles cambiaban, ella seria el chofer y yo estaba jodidamente feliz por eso, al fin la rubia fastidiosa verá lo que es manejar.
Cuando un auto plateado se estaciono frente a mi casa, supe que era mi momento de salir. Mi mejor amiga había llegado.
–Hola rubia–Dije subiendome en el asiento del copiloto. La verdad era raro verla a ella tras el voltante.
–Hola idiota–Dijo maneobrando con la palanca de cambios para colocar el auto en marcha–Deberias manejar tú.
–No–Dije sonriendo–Hoy tú seras mi chofer.
~*~
–¿¡Estás idiota o que mierda!? –Pregunté alterada después de que Megan se haya pasado un semaforo en rojo provocando que varios autos que iban frenaran de golpe para no chocar–¡El puto semaforo estaba en rojo!
–¡Estoy nerviosa! –Exclamó soltando el volante y moviendo las manos freneticamente.
–¡No sueltes el volante! –Grité y ella lo tomo rapidamente de nuevo–Eres una maldita loca manejando, con razón me tienes de chofer.
Megan manejaba como una completa loca, no respetaba las señales, no miraba por el retrovisor a ver si venia carro a la hora de cambiarse de carril, no colocaba la luz de cruce... En fin, hemos tenido miles de insultos y cornetazos hoy gracias a su manera de manejar.
–¡Maldita sea tienes que ver si viene auto! –Dije al ver que cruzaba una calle sin ver antes si un auto venia del lado contrario, efectivamente venia uno y como muchos anteriormente tuvo que frenar de golpe para no chocar–¿Conseguiste tu maldita licencia en una caja de cereal o qué?
Estaba asustada, que digo asustada, estaba cagada. Mi mejor amiga no sabe manejar y va a una velocidad a la cual ni yo iría.
Siempre soy yo la que maneja, por lo tanto, ella ha perdido la practica que en realidad nunca tuvo.
Cuando le regalaron su auto ella estaba completamente feliz, pero lo uso como mucho una semana. Luego y desde siempre, la que conduce soy yo.
Y ya veo el porqué.
–¡Baja la velocidad loca de mierda! –Y para que lo dije, la muy imbecil pego un frenazo haciendo que otras miles de cornetas sonaran por su causa.
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Amor y Guerra
JugendliteraturSky Hamilton vive su presente con un recuerdo del pasado doloroso para ella, aparenta ser una mujer fría, calculadora y fuerte, pero por dentro es una chica débil, asustada y que lleva con ella la culpa de algo que no pudo evitar, ¿Que pasara cuando...