Capítulo 32: Nuevo hogar

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Sky's POV

Hoy comenzaba mi nuevo trabajo. Estaba nerviosa, me sentía muy presionada por dar lo mejor de mí puesto que mi jefa, será la tía de Dylan.

Tenía el número  anotado en mi teléfono de un apartamento en alquiler. Según las indicaciones sobre como era, el apartamento tenía dos habitaciones, un baño, sala y cocina. Con lo que tenía en mi cuenta podría pagar los primeros tres meses de alquiler que pedía el contrato. Llame y una señora me atendió, luego de hablar con ella y de que me explicara que la sala y cocina venía amueblada, cortamos quedando en que hoy a las seis y media de la tarde iría a verlo.

Sacando mis cálculos, si pagaba los tres meses del apartamento me quedaría con poco dinero. Por lo cual, para comprar mi juego de cuarto, tendría que reunir con el sueldo. Mientras, podría comprar un colchón barato o dormir en el sofá.

Hoy tampoco fui a la universidad, me regañe mentalmente alegando que mañana tendría que ir sin falta. Dos días de inasistencia podría traerme problemas en las materias.

—¿Lista para tú primer día de trabajo?—Dijo Meg acostada en su cama. Ella tampoco había ido a la universidad hoy.

—Sí, ya me voy—Dije viéndome por ultima vez en el espejo. Llevaba un Blue jeans ajustado con una correa fina color rojo, una camisa blanca ajustada con mangas hasta los codos y unas zapatillas crema.

—¿Ya? Apenas es la una y media y no tienes que estar alla hasta las tres—Dijo volteando a verme—Mujer, vas a un trabajo no a una cita.

Rodé los ojos. Para luego responder.

—Sabes que no tengo ropa... Sencilla. A menos que vaya en short y crop top.  Pero créeme, no daría una buena impresión.

—Cierto que eres Sky Hamilton y nunca te vistes ni sencilla ni fea—Dijo riendo—¿Estas tan apurada por ver a Dylan que llegaras mucho antes?

—No. Tengo algo que hacer antes de ir—Dije tomando un pequeño bolso color crema de correa de cadenas doradas y lo colgué en mi hombro—Adiós.

Le di un abrazo rápido y salí de la habitación.

***

Estacioné mi auto y suspire con las manos apoyadas en el volante. Tenía tiempo que no venía, mucho, a decir verdad.

Apague el motor y reuniendo fuerzas me baje del auto. Camine entrando al engramado cementerio sintiendo la nostalgia filtrarse en mí.

Cuando llegue a la lápida  de mi hermano, me arrodille frente a ella y limpie el polvo que tenia encima. Dejando ver el nombre Christopher Aidan Hamilton Wickham.

—Hola—Hablé con el cemento donde dentro y muy enterrado estaban los restos del cuerpo de mi hermano—Se que nunca vengo a visitarte. Pero se me hace difícil venir y hablarte aquí, sin poder verte ni abrazarte. Mierda Chris, te extraño...

Seque rápidamente una lagrima solitaria que se escapo de mis ojos aguados.

—Sé que solo vengo en tu cumpleaños o en tú maldito año de muerto, pero hoy quise venir a contarte personalmente mi nueva vida.

Sonreí entre lagrimas y pase mi mano por el grabado de su nombre.

—Hoy comienzo a trabajar por primera vez y hoy veré un apartamento que quizás será mi nuevo hogar. Aunque sé que ya lo sabes porque estas conmigo siempre dondequiera que esté, quise venir hasta aquí para decirte... Me fui de casa porque ya no soportaba ese lugar sin ti, pequeño idiota. Cuando te fuiste las cosas empeoraron, nuestros padres me odiaban y se distanciaron aun más de lo que ya lo hacían cuando vivías. Podrás imaginártelo... No estaba lista para estar sin ti y aún no lo estoy... —Seque de nuevo mis lagrimas—Pero no viene al caso, solo venía a contarte mi día... No te traje flores, porque eras alérgico y aunque ya no podrán hacerte daño... Simplemente, no quería incomodarte.

Amor y GuerraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora