Amor y Guerra

Capitulo 54: Más problemas

Ya había pasado una semana desde el incidente de la discoteca, mis amigos no se habían molestado conmigo por ser yo la culpable de todo el rollo y me habían entendido perfectamente respecto al pequeño show que armaron mis padres a la salida de la estación.

No podía creer aún después de una semana el horrible encuentro que tuve con mis padres, después de tanto tiempo fuera de su hogar pensé que otras serian las circunstancias en las que nos reencontráramos, lastimosamente y una vez más, estuve equivocada.

Hoy era viernes, no quería hacer mas nada sino quedarme en mi sofá viendo películas románticas o quizás comedia. Nada de terror para mí.

Si veía películas de terror, posiblemente terminaría durmiendo con Eric.

— ¿Qué planes nos depara la vida hoy, castañita? — Dice Eric saliendo de la cocina con un tazón de cotufas en su mano.

El pelinegro se sienta a mi lado y sigue comiendo de manera exagerada.

—Películas quizás, no lo sé—Digo encogiéndome de hombros.

El pelinegro no dice nada, solo se dispone a tomar la computadora y buscar el programa de películas para elegir una.

Nada que ya no hayamos visto.

¿Es posible haber visto ya todas las películas de Netflix?

Suena imposible, pero las que nos interesan ya las vimos y las otras se ven demasiado aburridas como para verlas.

El pelinegro se decide por una de comedia y me acurruco junto a él en el mueble, la verdad amo este mueble, es suavecito y acolchadito, perfecto para acostarse toda la noche a ver películas aquí.

Luego de media hora viendo la película que es bastante interesante y me ha sacado varias risas, mi teléfono suena con la canción de Wherever I go de Miley Cyrus que Megan y yo tenemos como nuestro tono personal de llamada.

Me encanta esa canción y hace años, cuando apenas salió en el programa de Hannah Montana, decidimos que sería una de nuestras canciones como símbolo de que no importa si nos separábamos, si en algún momento estaríamos lejos. Ella estaría conmigo a donde quiera que vaya y viceversa.

—Hola rubia— Digo saludándola

—Sky— Pero no es la voz de Megan, es Logan quien responde y su voz suena agitada y preocupada, por lo que automáticamente me siento derecha en el mueble y mi ceño no puede evitar fruncirse.

—¿Qué pasó? — Es lo primero que pregunto siendo directa.

Él se queda callado unos minutos y escucho como un murmullo de gente se escuchar detrás del teléfono

—Estamos en la avenida Rocherd Siete—Dice y mi cuerpo se paraliza, mi corazón se acelera y pronto recuerdos y sonidos horribles vienen a mi mente— Estaba con Megan cuando recibí una llamada de uno de mis amigos, el hecho es que Dylan algunas veces asiste a las carreras ilegales que se forman aquí. Hay un imbécil que siempre queda bastante molesto porque Dy gana y hoy lo reto de a una carrera pero hay rumores de que hará trampa. Tengo miedo de que eso involucre a Dylan lastimado.