Amor y Guerra

Capitulo 53: Tocando fondo

Este Capitulo va dedicado a @AnneMarie123928 y a @jesicayanet por haber comentado tantas veces. ¡Que lo disfruten chicas!

Salimos de la celda luego de que cumplimos las horas que debíamos estar encerrados por desorden público. ¡Todos unos criminales!

Salimos bostezando y cansados. Quiero llegar a mi casa y dormir hasta el año que viene. Fue una noche de locos y lo único bueno fue haber conocido y probado los grandiosos y exquisitos tragos de Scott.

Al menos esta borrachera no me dio por llorar con un extraño como la anterior. Al menos sirvió para que ese extraño se convirtiera en un muy buen amigo.

Camino fuera de la estación de policía y me quedo como piedra cuando veo a las dos figuras finamente vestidas y arregladas paradas en la entrada, mi padre me mira directamente y puedo ver la ira en sus ojos.

Siento una mano presionar la mía con fuerza y sé que se trata de Megan, es la única que reconoce a mis padres aparte de Maya pero la castaña está muy lejos de mí como para tener contacto físico.

— ¿Qué hacen aquí? — Es lo primero que digo cuando ambos se acercan a paso rápido hacia mí. Miro a mis amigos y todos tienen una expresión confusa en sus rostros, sobretodo Dylan.

— ¡No puedo creerlo! — Mi madre es la primera en dejar que escuchemos su armoniosa voz, por favor noten mi jodido sarcasmo— ¿Para esto te fuiste de la casa? ¿Para terminar en la cárcel con este grupo de vagos?

Inmediatamente me siento apenada de que haya dicho eso. Sobre todo porque son mis amigos de quienes se está refiriendo tan despectivamente.

—Yo no les pedí que vinieran— Es lo único que sale de mis labios en un tono totalmente neutro —Y por favor, no le digas así a mis amigos, ellos son mucho mejores personas que ustedes dos y su círculo social juntos.

—No nos llamaste, me llamo el jefe de la policía que es un viejo conocido cuando vio tu nombre—Dice esta vez mi padre con su voz bastante enfadada— ¿Tienes idea de la vergüenza que sentí?

Eso es lo único que necesito para que mi ira explote. ¿Vergüenza ellos de mí?

— ¿Te dio vergüenza? —Digo sin poder creerlo— Te tengo una solución fácil, negabas que soy tu hija ¡Y listo! Con tal, no es como si ejercieras mucho tu jodido rol de padre.

Veo sus ojos arder en llamas por la rabia que causa mi respuesta, pero los míos arden el doble y no pienso dejarme pisotear ni humillar ni una vez más por las dos despreciables personas que me dieron la vida.

Mis amigos se colocan a mi lado tratando de protegerme y darme ánimos ante la situación.

— ¿No te cansas de dañarnos la vida, Sky? —Dice mi madre— ¡Recibimos esa llamada como si nuestra hija fuera una sucia criminal! ¿Esto es lo que sigue? Primero asesina indirecta y ahora persona violenta.

Mi corazón sufre una ruptura al escuchar cómo que me dijo, asesina indirecta. Sé perfectamente a lo que se refiere con eso.