Los pasillos de la universidad atestados de gente hacen que sienta claustrofobia de estar aquí, camino esquivando a las personas que vienen hablando distraídamente sin darse cuenta de su entorno.
No he visto a Megan y tampoco a Maya, me levante tarde y no supe nada de mis amigas, solo leí un texto de Dylan dándome los buenos días, que por cierto, no pude responder.
Tengo un parcial de matemáticas y ya voy tarde, estaré de suerte si el anciano amargado del profesor me permite presentarlo teniendo media hora de atraso.
Entiendo más chino que lo que había en ese examen y las únicas lenguas que manejo son español e inglés. Así de bien me fue.
Derrotada, sin ánimos y bastante estresada por todo lo que me costó responder cada pregunta, camino por los ya conocidos pasillos hacia el cafetín, donde supongo deben estar mis amigos. Ni siquiera he revisado mi teléfono.
De nuevo, esquivo gente y veo como se abrazan y celebran que pasaron los exámenes.
Bufo ante sus alegrías, no tengo el buen ánimo que tienen ellos. Ruedo los ojos al ver a un par de amigas gritar eufóricas al salir de un aula. ¡Patéticas, ojalá raspen!
—Hola—Dylan se interpone en mi camino cuando estoy por entrar a la cafetería, haciendo que me detenga en seco.
Miro nerviosa alrededor buscando a la loca de Verónica.
—Hola—Digo y trato de caminar dentro de la cafetería. Dijimos que no íbamos a hablarnos aquí, no quiero alarmar a Verónica. Luego de su regalo, me asusta bastante.
— ¿Estás molesta conmigo? —Dice con su ceño fruncido.
Recuerdo que no he respondido su mensaje de buenos días y sospecho que es por eso que me hace tal pregunta. Pero en mi defensa, hoy he tenido un día de locos, ¡Y aun no llegamos a medio día!
—No Dylan, lo siento por no responder tu mensaje, me levanté tarde—Digo rápido— Pero dijimos que no nos hablaríamos aquí, Verónica puede vernos.
—Sky... No me importa lo que diga Verónica, yo quiero estar contigo. Ella no me asusta—Dice acercándose más a mi por lo que yo retrocedo.
Busco entre mis cosas y saco mi teléfono. Luego de que viera el paquete que Verónica mandó a mi casa, estoy segura de que está loca y que es capaz de cosas peligrosas. No me voy a arriesgar solo porque Dylan este impaciente por hacerle ver a todos que está conmigo de nuevo.
Lo tomo de la mano y lo jalo escondiéndonos entre unas matas y columnas, no quiero que nadie nos vea. Menos la pelirroja loca.
Busco la imagen que tomó Eric de la rata muerta en mi carrete de fotos, cuando la encuentro, de nuevo el nerviosismo y las nauseas ante el recuerdo vienen a mí.
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Amor y Guerra
Teen FictionSky Hamilton vive su presente con un recuerdo del pasado doloroso para ella, aparenta ser una mujer fría, calculadora y fuerte, pero por dentro es una chica débil, asustada y que lleva con ella la culpa de algo que no pudo evitar, ¿Que pasara cuando...