Desearía tener una maquina del tiempo para poder usarla cuando algo en mi vida salga mal.
Pero como no la tengo, debo sin remedio alguno, soportar todo el drama que conlleva mi vida.
A veces pienso que alguien debería hacer una novela de mi vida, al menos varias lectoras estarían entretenidas leyendo el desastre que soy.
— Cariño, si no dejas de hablar sola en el baño llegaras tarde— La voz de Eric me saca de mis pensamientos y dejo de verme en el espejo como una loca para seguir maquillándome
El pelinegro y yo habíamos llegado a la conclusión de que nos gustaba vivir juntos y por ende, se convertiría en mi nuevo compañero de piso. Así ambos tendríamos la posibilidad de ahorrar con un alquiler dividido.
— Además necesito usar el baño— Volvió a decir y puedo jurarr que esta en la puerta rodando sus ojos.
Abro la puerta y el pelinegro cae un poco hacia atrás ya que estaba recostado en ella.
— Ya salí, dramático — Digo mientras en un acto inmaduro le saco la lengua.
Él y yo no vamos a la misma universidad y es una pena, pero siempre tenemos chance de pasar un rato juntos mientras hacemos el desayuno y luego en la noche cuando ambos llegamos. En el tiempo que lleva aquí conmigo me ha demostrado ser un amigo cariñoso, fiel y sobretodo con unos consejos estupendos.
Estoy sentada en el banco del mesón de la cocina cuando Eric sale y se sienta a mi lado para desayunar.
— Espero que hoy sea un gran día para ti y que la idiota cabello quemado de Verónica ni se te acerque— Dice Eric señalándome con el tenedor luego de llevarse fruta a la boca— Sino tendré que hacerle una visita no muy grata.
— Yo también espero que sea un buen día y que no tenga que verle la cara ni a Verónica ni a Dylan... Aunque sabemos que eso es algo imposible — Digo y suelto un bufido.
Termino de desayunar y me subo a mi auto para dirigirme directo a la Universidad, pasa que ya Megan esta feliz y contenta con su novio y decidieron irse juntos hoy.
Cuando estoy a punto de estacionarme un auto gris lo hace primor que yo justo como el primer día de clases, solo que esta vez puedo reconocer al dueño del auto. Bufo internamente cuando veo a Dylan bajarse del auto con unos lentes de sol negros
Que por cierto, le quedan hermosos.
Concéntrate Sky.
—Veo que no se te quita la maña de querer el puesto que ya yo elegí, Hamilton—Dice mientras camina hacia mi auto, su comentario solo hace que quiera rodar los ojos hasta no poder regresarlos a la normalidad.
—Por lo visto no se te quita la maña de quitarle el puesto a las demás personas— Digo encogiéndome de hombros, coloco primera en mi auto con la intención de irme en busca de otro puesto de estacionamiento
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Amor y Guerra
Teen FictionSky Hamilton vive su presente con un recuerdo del pasado doloroso para ella, aparenta ser una mujer fría, calculadora y fuerte, pero por dentro es una chica débil, asustada y que lleva con ella la culpa de algo que no pudo evitar, ¿Que pasara cuando...