Entre a mi patética y vacía casa después de vivir un fin de semanas lleno de emociones. La sonrisa en mi rostro delataba que, a pesar de no tener al final el resultado que quise, dormir en los brazos de Dylan me había brindado un ánimo que hace tiempo no sentía.
Estaba feliz.
La sonrisa no se borro de mi cara ni aunque vi la imagen de mis padres sentados en el sofá mirándome seriamente.
—Hola—Dije a ambos, mientras caminaba hacia las escaleras sin esperar alguna respuesta de parte de ambos, al fin y al cabo ellos jamás se molestaban en hacerlo.
Al parecer, algo iba mal hoy ya que la dura y varonil voz de mi padre hizo que detuviera mis pasos.
— ¿Dónde te metiste el fin de semana? —Su voz era fría, sin rastros de amabilidad y mucho menos amor.
—Estuve en casa de Maya—Hable indiferente. Cansada de que yo quisiera darles explicaciones y ellos nunca me atendían.
— ¿Y te fuiste así? ¿Sin más? —Intervino mi madre lanzándome una mirada llena de odio, rabia y asco—¿Quién mierda te dio permiso, Sky?
¿Esto es una jodida broma?
—Con mi mismo permiso. Con el único permiso que he necesitado desde los últimos años—Dije mirándolos incrédula.
Mi madre se levanto del sofá visiblemente hecha una furia y mi padre copio su acción, agarrando levemente su codo, supongo que para tenerla controlada cuando su instinto de perra se lanzara contra la persona que alguna vez llevo en su vientre.
— ¡Estoy harta de ti! —Grito señalándome.
No entendía a que venía todo aquel drama. No entendía porque ahora decidieron hacer que existo. Yo solo pretendía subir a mi habitación e ignorar el hecho de que ellos están en la misma casa sin hablarme o sin siquiera mirarme. Como siempre pasa.
— ¿Harta de mí? —Pregunte aun más incrédula que antes— ¿Harta tú de mí? ¡Pero por favor! ¿De que estas harta? ¿De ignorarme y tratarme como una perra? ¿De eso? Porque si no es de eso, querida madre, no sé de qué mierda te tengo harta, cuando la realidad es que para ti, desde hace tiempo ¡Deje de existir!
No sé de donde había sacado el valor de hablarle así a mi madre, quizás el dolor y el rencor dentro de mi actuaban por sí mismos, utilizando mi cuerpo para poder encarar y gritarle las verdades y mierdas en la cara a los que se hacían llamar mis padres. Quizás el hecho de que este fin de semana experimente una felicidad que extrañaba, está haciendo que quiera liberarme de los dos monstruos que se empeñan en arruinarme la vida diariamente y que justamente tengo frente a mí.
— ¡Te trato como lo que eres! —Grito ella de vuelta—Eres una perra que me destruyo la vida. ¡Estoy harta de verte y tener que acordarme de él! ¡Estoy harta de vivir bajo el mismo techo que la persona que mato a mi niño!
No sé qué mierda está pasando por su cabeza. Si esta drogada o borracha. Pero la mujer que tengo en frente transmite un odio en su mirada que produce que los vellos de mi nuca se ericen. Mientras que en mi pecho, mi corazón se acelera y dentro se forma un sentimiento: Rabia.
ESTÁS LEYENDO
Amor y Guerra
Teen FictionSky Hamilton vive su presente con un recuerdo del pasado doloroso para ella, aparenta ser una mujer fría, calculadora y fuerte, pero por dentro es una chica débil, asustada y que lleva con ella la culpa de algo que no pudo evitar, ¿Que pasara cuando...