Capitulo 55: Contando el pasado

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El auto de Dylan va a toda velocidad, tanto que al mirar por el vidrio de la ventana me arrepiento al instante al ver todo borroso.

Ya estamos alejados de la salida de la carrera y veo las calles vacías y abandonadas por donde estamos transitando a toda velocidad.

Me quiero bajar.


¡Me quiero bajar de aquí! Es lo único que puedo pensar ahora mismo.


Siento como mi cuerpo comienza a temblar, mis manos sudan mientras repetidas veces las paso por mi pantalón en señal de ansiedad. No quiero estar más aquí.

Dylan parece estar tan concentrado en su carrera que no presta atención a mi estado actual.

Cierro los ojos con fuerza cuando imágenes atacan mi mente.


Chris gritando que perdió el control


El sonido del impacto del auto con la isla de cemento. El auto dando miles de vueltas.


Sangre


Mucha sangre.

Tanto que puedo casi volverla a saborear en mi boca, tal como ese día.

Mi mente se nubla y se llena de miles de imágenes donde Christopher está tirado sangrando con parte del auto enterrado en él.

Quiero que se quiten. Sin saber qué hacer y entrando en uno de mis ataque de pánico, llevo mis manos a mis oídos mientras mis ojos permanecen cerrados con fuerza.


— ¡No! — Sangre, mucha sangre— ¡Christopher para!


Vueltas, el carro da muchas vueltas.


— ¡Párate!


Esta vez siento gritos y creo que son de Dylan, no los diferencio. Estoy segura de que ahora mismo estoy hecha un ovillo en el asiento del copiloto del auto de mi ex novio

Pero no tengo el valor necesario para abrir los ojos y ver lo que realmente está pasando a mí alrededor.

Christopher está sangrando mucho... Mucha sangre. Siento el mismo dolor que ese día sentir, como si de nuevo hubiese sufrido el golpe en la cabeza y en mi costado.

Dylan para el auto y me saca de él. Pero yo aun estoy hecha un ovillo mientras mis manos están en mis oídos tratando de alejar el sonido del auto chocando de mi mente.


—Por favor no, por favor no—Digo gritando con los ojos cerrado — ¡No quiero morirme!


—Sky— Siento como me dicen mientras me toma por los hombros y me mueven— ¡Soy yo, Dylan! ¡No te haré nada, cariño!


—No, no — Digo llorando — ¡Para ya!


—Estamos bien, Sky— Dice de nuevo esa voz mientras siento una mano en mi mejilla reteniendo mis lagrimas.

Amor y GuerraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora