Capítulo 62: En manos del mal

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Hola bebés, sé que he estado muy desaparecida, pero aquí les traigo un
nuevo capítulo de Amor y Guerra. ¡Espero les guste mucho!

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Llevo un día entero encerrada entre cuatro paredes, sucia y sin comida.


La loca de Verónica se fue y no ha vuelto a venir,  Jacob ha entrado varias veces a la habitación pero lo único que ha hecho es insultarme y golpearme si lo saco mucho de línea.


Estoy harta, mis muñecas me duelen gracias a que están amarradas y me siento claustrofóbica.


—Llegue—Dice la voz masculina del psicópata entrando al cuarto con un envase de agua en sus manos. Tiene un golpe en su labio—Te traje agua.


Se gana una mala mirada de mi parte y si no fuera porque me siento débil y realmente necesito tomar agua, no tomaría nada viniendo de él.


Se acerca a mí y con su ayuda tomo un poco de agua, ya que ni siquiera por eso suelta mis manos.


— ¿Qué te pasó en el labio? ¿Tu novia loca se puso agresiva? —Le digo con burla.


—Verónica ya debería haber llegado— Dice mirando a la pared luego de levantarse, yo miro hacía donde está mirando pero no hay nada—Me estreso cuando no llega.


—Ustedes dos están locos, me tienen harta—Digo con imprudencia, no sé cuando mi bocota dejará de hablar estupideces por inercia.


—Y tú me tienes harto a mí, creyéndote la más cuerda.


—Quisiera que fueras Jake—Digo mirándolo y por un momento de debilidad, mis ojos se llenan de lágrimas.


—Ay…— La voz femenina y loca hace presencia— Que linda niña. Lástima que solo debas conformarte con Jacob.


— ¿Hiciste lo que te pedí? —Dice Verónica.


—Si—Dice haciendo una mueca— El idiota de Dylan nos golpeó.


Al escuchar la mención de Dylan, mi corazón late desesperado. ¿Los golpeó? ¿Megan habrá hecho lo que le pedí por mensaje?


Cuando me di cuenta de la rara situación de las calles cuando íbamos a la supuesta heladería, envié un mensaje al teléfono de Megan que espero entienda y haga. Tengo todas mis esperanzas puesto en eso.



—No puedo creer que te haya golpeado, bebé—Dice la pelirroja haciendo un asqueroso gesto con su boca mientras examina el golpe de Jacob— Dylan suele ser tan bestia, incluso en la cama.


Veo que al decir lo último, me mira queriendo provocarme, solo que a estas alturas ya sé que ella y Dylan jamás se acostaron.


—Tienes que ser cuidadosa—Dice Jacob a su psicópata novia— Están todos los ojos puestos en nosotros dos. Al parecer, esta idiota le cuenta todo a sus amigas, así que todas saben de cada una de las amenazas que le hiciste.


Verónica me lanza una mala mirada y patea un bolso que Jacob dejo en el piso.


—Creo que ya le dimos el susto que queríamos, luego de esto nos dejará de molestar—Sigue hablando el rubio—Deberíamos dejarla ir.


— ¡No! —Le grita en respuesta Verónica— Si la dejo salir ilesa de aquí, Dylan será solo de ella y eso no pasará.


—Verónica no podemos…


— ¡Cállate! —No deja que su novio termine de hablar y mi corazón está por salirse de su caja torácica. Ya no disimulo las lágrimas, es mucha presión la que siento ahora mismo.



¿Qué me harán? ¿Me dejarán ir como dice Jacob?



Todos mis pensamientos son bastantes negativos sacudo mi cabeza en un intento de deshacerlos todos, quiero ser positiva. Tengo amigos grandiosos que sé que no descansarán hasta encontrarme.

Amor y GuerraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora