Capítulo 25. No tengas miedo.

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Raquel

¡Te la voy a guardar eh...!–Le chincho mientras me meto un trozo de la tortilla que nos ha hecho su madre.

–Tía, creo que me va a dar algo–Admite, y se pasa la mano por la frente justo antes de peinarse el flequillo. Me río y me mira mal–Dios... Raquel... Que es Dani–Mira la tortilla detenidamente–No quiero más, creo que voy a vomitar–Admite, y le doy la razón.

–Relajate, no pasa nada–Intento que suene creíble pero esque no sé quien de las dos está más nerviosa–Sólo es Dani–Asiente respirando hondo.

Y esque llevo razón solo es Daniel Oviedo.
Quiero decir, llevamos casi dos años a su lado, no literalmente, claro.
Y la confianza que coges sin nisiquera hablar con tus ídolos es impresionante.
Realmente bonito e impresionante.

Mi mente me cuenta que me aplique yo el cuento. Que no esté nerviosa. Solo es Jesús Oviedo.

"Jesús Oviedo: A que hora quedamos morenita
Y dime que quieres hacer para coger más dinero o no."

Ahí está el problema, que es Jesús.

Marta chasquea los dedos delante de mis ojos y se ríe.

–Solo es Daniel... Solo es Daniel–Intenta imitar mi voz pero no le sale–¿Mi cuñado es solo Jesús también, no?–Bufo y se ríe–¡Mamá no queremos más!

–¡Tomaros un yoghurt!

–Voy a vomitar–Digo sincera y Marta asiente.

***

"Raquel Azpiroz: ¿Te he dicho alguna vez lo pesada que puedes llegar a ser?

Sonia Giménez: Yo también te quiero.

Raquel Azpiroz: Te juro que mañana o así te cuento, pero esque no saco tiempo ni para cagar.

Sonia Giménez: Eres una cerda.

Raquel Azpiroz: Porc."

Y sonrío al darme cuenta que "Cerdo" es la única palabra que sé en valenciano.
Claro, porque me la ha enseñado Sonia.
Porc.
Porc.
Porc.

"Jesús Oviedo: Tiene usted una muy sutil forma de pasar de mí, señorita cara papel.

Raquel Azpiroz: ¿Cara papel?

Jesús Oviedo: Raquel cara papel

Raquel Azpiroz: Eres un graciosillo tu.
Ven a las seis con Dani y decidimos

Jesús Oviedo: ¿Me pongo de gala o algo?"

Me río y veo a Marta paseándose de un lado a otro de la habitación.

–Me estás mareando–Me mira mal y continúa su recorrido turístico.

–¿Qué me pongo? ¿Qué coño me pongo?–Le pongo las manos en los hombros a pesar de que me saca cabeza y media e intento relajarla.

–Tu madre se tiene que pensar que vas a la piscina...

–Mis padres se van en media hora–Se excusa y niego.

–Que no vas a ir a un restaurante de lujo en el que tengas que ir con un vestido de quinientos euros, Marta–Suspira–Que es una tarde con Dani, nada más–Miro detenidamente la ropa de su armario–Estos pantalones cortos están bien–Levanto en alto unos vaqueros y una camiseta azul marino de tirantes–Y esta–Mi mejor amiga niega y levanto una ceja.

–Esa se la ponen las que tienen un montón de tetas y no es plan de que Dani se de cuenta de que mi fuerte no es eso–Ruedo los ojos.

–Está súper chula tía, no te rayes–Me mira detenidamente–Ponte las zapatillas azules y ya está.

Tu Sonrisa En Mis Pupilas. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora