Capítulo 34. Danisú.

907 65 12
                                    

Daniel

Me incorporo estirándome la camiseta y Marta enciende la lamparita que hay en su mesa de estudio.
La luz le ilumina la cara y me río por los pelos que lleva. Me sonríe de lado y me cruzo de brazos levantando las cejas.

–Tírate por la ventana–Me indica y me río. Rueda los ojos y apoya la cabeza en la puerta para intentar escuchar fuera–No se oye nada–Me asegura y abre poco a poco. La casa está totalmente oscura excepto una parte del salón en la que la luz de las farolas ilumina el sofá.
Doy un paso fuera de la habitación pero la mano de Marta me frena justo después de que se ilumine todo el pasillo.

–¿Qué cojones?–La miro y bufa.

–Se enciende sola–Susurra y chasqueo la lengua. No usan las manos por lo que veo.

–Me van a pillar–Comento encogiéndome de hombros. Me mira mal.

–Más te vale que no–Pasa delante mío y se asoma a la habitación de sus padres en silencio. Les cierra la puerta y me mira –¡Deja de mirarme y sal ya!–Me río y gruñe cogiéndome del brazo–Como me pillen va a ser culpa tuya–Asiento con aires de superioridad y rueda los ojos. Abre despacio la puerta principal y yo no me muevo–¡¿Quieres salir de una vez?! –Niego y levanta las cejas–Es tarde Dani.

–¿Y mi beso?–Pongo morritos y se ríe empujándome fuera y cerrando un poco la puerta. La luz del rellano se enciende y Marta se cruza de brazos esperando a que me vaya.
Sonrío y le beso la frente antes de susurrarle que la voy a echar de menos.

 Sonrío y le beso la frente antes de susurrarle que la voy a echar de menos

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

–No seas dramático anda–Se queja y me río llamando al ascensor. Pasa las manos por mi cintura y hunde una debajo de la camiseta acariciándome la espalda.
Noto una descarga eléctrica desde la médula hasta donde se encuentra su mano y me humedezco los labios antes de que el ascensor se abra y me despida a regañadientes de Marta.

***

2 de Julio, 2015

Agarro la maleta de Raquel y la acerco hasta el coche de mi padre. Un coche que hacía casi un año que no veía.
No sabía cuanto echaba de menos Sevilla hasta que he notado el calor del sur rozándome las mejillas.
Que bonita es mi tierra.

" Daniel Oviedo: Ya hemos llegaaaado
Tu amiga se ha quedado sobada en el tren y mi hermano ha tenido la sutileza de imitarla; ¿Sabes lo que me he aburridoooo?

Marta Ríos: Normal, no estoy yo ahí para que te lo pases chupi

Daniel Oviedo: ¿Chupi?"

Me río descontroladamente y me envía tres emoticonos de risa.
Me siento al lado de mi gemelo y miro a Raquel.

–¿Qué te parece?–Se incorpora para mirarme a través de Jesus, porque está en medio y me sonríe.

–Hace un calor horrible ¿Te sirve como opinión?–Asiento rodando los ojos.

***

Faltan cinco escasos minutos para llegar a casa.
A mi verdadera casa. En la que he estado desde que nací hasta que mi vida dió un giro inesperado.
La que me ha visto crecer, reír, llorar.
Ay, que melancólico todo.

Desvío la mirada hacia donde se encuentran mis dos acompañantes al oír la voz de mi gemelo susurrar:
–¿Estás contenta?–Veo como la chica asiente y este le besa el hombro desnudo por la camiseta de tirantes que lleva.

Un gesto que pilla desprevenida a la morena y hace que me mire de reojo asustada

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Un gesto que pilla desprevenida a la morena y hace que me mire de reojo asustada.
Le sonrío guiñándole el ojo y fuerza una sonrisa para imitarme.

***

Tenemos concierto esta noche, así que a las seis de la tarde tenemos que estar en el recinto.
Hemos acabado de comer y son todavía las tres, así que mis padres se van a ver un rato a los vecinos y mi hermano, Raquel y yo nos quedamos despatarrados en el sofá.

–¿Puedo ver vuestra habitación?–Susurra vergonzosa y levanto una ceja.

–¿Es una fantasía sexual o algo?–Le chincho y mi hermano ríe levantándose.

–Claro morenita, ¿Vamos?–Le tiende la mano para levantarla y ella se la choca levantándose.

–¡Esconde las fotos comprometedoras!–Pido, y Jesus ríe.

"Jasmine Villa: Oviedo, estás en Sevilla?

Daniel Oviedo: Ajá

Jasmine Villa: ¿Me paso esta noche?

Daniel Oviedo: No sé que haremos, ya te aviso

Jasmine Villa: Vale cielo"

Bloqueo el teléfono bufando. No me apetece nada verla. Y no sé por qué. No tengo ni puta idea.
Jasmine es una buena tía. Y está muy buena. Pero, joder, sé que no tengo una relación seria con Marta. Pero es tan mona. Tan vulnerable, que no puedo hacerle esto.
Por lo menos de momento.
Me paso la mano por el pelo y me concentro en la tele.
Hay una mujer rubia señalando varias imágenes en la pantalla de atrás. Imágenes de nosotros. Frunzo el ceño y sacudo la cabeza para eliminar a Marta, Jasmine y todo el mundo de mi cabeza.

–El nuevo fenómeno fan actuará esta noche en el Auditorio Rocío Jurado–Sonrío acercándome a la pantalla– Sus seguidores llevan más de cinco días acampando para verlos–Una foto de mis fans sentadas alrededor de tiendas de campaña ocupa toda la televisión –Será uno de los conciertos más esperados de todo el año... Y por si fuera poco, mañana a las once estarán firmando discos... Los gemelos de nuestra tierra va ser de lo único que se hable durante semanas... –Me levanto del sofá buscando mi teléfono entre los cojines.

–¡Danisú, Danisú, Danisú!–Oigo a varias niñas gritar desde la entrada de mi casa y me asomo delicadamente por la cortina para ver a diez fans con dos pancartas.

–Mamá –Digo, cuando los tonos del teléfono dejan de sonar–Tenemos fans en la puerta, ¿Cuánto tardáis? Me apetece salir un rato a echarme unas fotos con ellas.

–En cinco minutos estamos, entramos por atrás–Sonrío y vuelvo a asomarme por la ventana para verlas. Son pocas, así que no pasará nada.
Estoy deseando verlas.

Tu Sonrisa En Mis Pupilas. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora