cuidado con tus enemigos

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(michelle y nicolas)
Milán, Italia.

El timbre del citofono, por fin aviso que llego ese... que me genera jaqueca... pero que le puedo hacer, es mi único aliado.

- Dios mío ¿porque tardasteis tanto? - pregunte abriendo la puerta.

Abrí campo en la entrada para que pasara completamente cabreado... llega una hora tarde y sin embargo se cabrea conmigo, no es el hecho.

- porque insistes tanto, Isabella y Nicolás llegan pasado mañana ¿cuál es tu tanta urgencia? - farfullo sirviendo un poco de wiski para los dos.

- ¡¡está embarazada la estúpida esa, lo termine de confirmar esta mañana!! - grite sobresaltándolo.

- ¡¡¡ ¿QUE?!!! - grito estrellando el vaso de cristal contra la pared de la cocina.

- eso frustrará nuestros planes o acaso ¿quieres seguir estando con Isabella teniendo en su panza un mocoso que es de MI Nicolás? - pregunte.

Se levantó de un salto acercándose a mi amenazante con las pupilas dilatadas y puños cerrados a cada costado de su cuerpo completamente tensado y hombros cuadrados.

- Isabella será, MIA y Nicolás, TUYO. Cueste lo que cueste, lo conseguiré. Un bebe no me será mucho obstáculo - mascullo con la mandíbula tensa.

Observe como extendió la mano en mi dirección a la espera de terminar nuestro trato, tiene razón, un mocoso que no ha nacido no puede suponer un problema tan grande teniendo en cuenta que puede Isabella perder él bebe "accidentalmente" de muchas maneras.

- está bien, todo sigue en pie - aclare mi garganta estrechando nuestras manos.

Tocaron el citofono mientras al tiempo volteamos las cabezas, valentino.

- tienes que salir de aquí, valentino ya llego - afane empujándolo para que salga antes de abrir la puerta de la calle.

- ¿valentino mancini? ¿El chico que conoció bella en la fiesta? - pregunto mientras caminaba empujado.

- sí, ese mismo. Después hablamos - finalicé cerrando la puerta en la cara. Corrí al citofono y conteste.

- ¿puedo pasar? - pregunto apareciendo por la pequeña pantallita.

- sí, pasa. Está abierto - comente y fui corriendo a levantar los trozos del vaso roto con wiski.

******************

Los Ángeles, Estados Unidos.

Nicolás's POV

El dulce aroma a chocolate combinado con masa para cupcakes cocinándose en el horno, cada vez se vuelve más real.

Revise entre dormido, el lugar que suele ocupar Isabella en nuestra cama. No está. Está vacío.

Me desperté súbitamente encontrando en vez del cuerpo de Isabella durmiendo, una nota.

"cariño, no te quise despertar pero parecías un bebe. Fui a desayunar con aron y Ana

Pd: en la cocina te tengo una sorpresa"

- ¿sorpresa? - pregunte levantándome.

Salí rápidamente en dirección a la cocina mientras intensificaba el aroma a chocolate y masa para cupcakes. Al llegar a la cocina en la isla de la cocina estaban unos cupcakes calientes con una chica de melena castaña de espaldas a mi quien va cantando y bailando al ritmo de la canción I need your love- Calvin Harris and ellie goulding con un bol en una mano y una manga de pastelería en la otra mano.

- disculpa ¿eres la nueva empleada? - pregunte acercándome a la muchacha.

- no sabía que ahora fuera una empleada - comento quedando frente a mí.

Observe anonadado la chica un poco más baja que yo, blanca de melena castaña lisa, brillando sus grandes ojos color avellana.

- Michelle - logre articular sorprendido.

- ¿no me piensas abrazar? - pregunto abrazándome.

Me aferre más a ella y ella respondió escondiendo su cabeza en el hueco de mi cuello. No puedo creerlo. Michelle había escapado de aquí cuando termino el colegio debido a una pelea con mi padre, hace cuatro años. Cuatro años que no la veo... ha cambiado demasiado. Recuerdo que siempre andaba con su uniforme de porrista y una cola alta. Solía andar por los pasillos cogida de la mano con el mariscal de campo y su mejor amiga, la cual no recuerdo el nombre.

- cuatro años - murmure al escuchar un sollozo de ella y lágrimas que caían en mi hombro.

- te extrañe demasiado - sollozo aferrándose a mí.

Nos mantuvimos en silencio varios segundos más, hasta que dejo de llorar. Nos miramos a los ojos cristalizados y rojos y esbozamos una sonrisa al tiempo reconfortándonos.

- ¿cuánto tiempo llevas aquí? - pregunte sentándome en una butaca admirándola decorar los cupcakes contándome que había empezado a hablar con mi madre.

- volví hace dos semanas a los Ángeles, porque realmente estuve en Boston dos meses - comento colocándole dulces a los cupcakes que ya tienen glaseado.

- y ¿cómo están nuestros padres? - pregunte agarrando uno llevándomelo a la boca.

- enloquecieron cuando llegue y supongo, morirán cuando se enteren que serán abuelos - comento sirviendo dos tazas de chocolate.

- ¿estas embarazada? - pregunte tomando una de las tazas

Dios mío, que no sea que está embarazada, a ver si es que terminamos en una misma situación como en el caso de aron e Isabella.

- tonto, bella me lo conto esta mañana - añadió tomando de la bandeja un cupcakes con glaseado de chocolate.

- pensé que...

- ¿estaría embarazada? - pregunto soltando la carcajada.

- perdón... pero ¿qué te parece? serás tía - comente alzando los brazos.

- me escape de casa cuando tenías 15, regreso y me estrello con esto. ¿Tía? seré tía - comentó en un susurro estupefacta.

- y yo padre - susurre observando mi tasa de chocolate.

- tía... tenemos que buscar una idea de decirles a nuestros padres - comento tocando mi mano comprensivamente.

- no es como decirlo

- tranquilo. Te ayudare, por eso vine - añadió mirándome a los ojos pero ¿cómo decirles a mis padres que serán abuelos si ni siquiera yo mismo me acoplo a la idea de que en nueve meses seré padre?


Nunca te dejaré de amar #2 MQADonde viven las historias. Descúbrelo ahora