Nicolás
Duramos varias horas en el parque jugando en la nieve todos, hasta que el anochecer llego e Isabella insistió en devolvernos al apartamento porque estaba cansada.
Tatiana se quedó con pablo en una cafetería cerca al edificio donde vivimos mientras nosotros seguimos el camino.
Al llegar al apartamento encendí las luces y había alguien sentada en el sofá. Me gire a ver de quien se trataba cuando Isabella ahogo un grito. Y hay estaba Bianca.
Más delgada, blanca como un papel vestida con un uniforme de enfermera debajo de un abrigo color mostaza. La mire anonadado, quien esbozo una sonrisa levantándose.
- hola – murmuro haciendo que abrazara de inmediato a Isabella mientras ella abrazaba con todas sus fuerzas a Paul – no les hare nada
- no te creo – farfullo Isabella fulminándola con la mirada.
- ¿Qué haces aquí? – pregunte con sacando mi móvil a escondidas.
Bianca se acercó a nosotros pero la detuvo la voz de Tatiana que se acercó con pablo hasta llegar al apartamento y detenerse al vernos a nosotros tres abrazados y a Bianca al fondo como un esqueleto.
- hola... - murmuro Bianca mirando a Tatiana y pablo sorprendidos – un gusto verlos nuevamente.
- ¿no se supone que deberías estar en un psiquiátrico? ¿En Roma? – farfullo Tatiana parándose junto a nosotros.
Ladeo la cabeza encogiéndose de hombros – hace un mes me trasladaron a un psiquiátrico a las afueras de Milán, por mi buen comportamiento y hoy digamos que me escape – murmuro sin sentimiento alguno.
Tome una fuerte bocanada de aire y llame la policía aún a escondidas colocándolo en alta voz cuando contestaron silenciando lo que ellos dijeran.
- Bianca, no debiste escapar. Te deben de estar buscando – comente acercando el móvil a mi cuerpo.
Ella bajo la vista y vio mi celular alumbrando enojándose - ¡¡ ¿llamaste la policía?!! ¡¿No entiendes que vine para irnos a un lugar para ser felices juntos y tu tratas de hacer que me vuelven a llevar a ese lugar?! – grito histérica sacando un arma de su abrigo.
Isabella ahogo un grito al ver que apuntaba a ella.
- Isabella siempre ha sido el problema ¿no es así? Si no estuviera, estarías conmigo – afirmo para sí temblando apuntando a Isabella con Paul.
Negué dando un paso hacia ella haciendo que se pusiera más nerviosa – Bianca, mírame – ordene mirándola fijamente. Nerviosa paseo la irada entre Isabella y yo, quedándose mirándome a los ojos a mí.
- baja el arma – murmure ordenándole acercándome más a ella.
Bianca negó nerviosa apuntándome esta vez a mí – da un paso más y te mato. No me importan las consecuencias.
Di un paso hacia ella abriendo los brazos – hazlo entonces.
La mire fijamente haciendo que se pusiera peor de nerviosa por mi repentino ataque de valentía y observo a Isabella cuando ella murmuro un "no lo hagas" sollozando.
Si soy yo el problema, pues entonces gay que acabarlo ¿no es así? Si soy el problema, que me dispare a mí en vez de a Isabella que solo hará que yo más me aleje mas de Bianca y la odie más.
Bianca dudo por varios segundos hasta que me miro con lágrimas en los ojos girándose a ver por el ventanal que la policía estaba llegando con el sonido de las sirenas asustándola aún más.
- no te disparare. Te amo lo suficiente para no hacerlo – murmuro nerviosa
- entonces baja el arma Bianca, te prometo llevarte a un lugar donde no te hagan daño y puedas curarte – murmure dando otro paso hacia ella pero me hizo detener cuando dio un grito.
- ¡¡no!! ¡No volveré a ese lugar jamás y tampoco a ningún otro! – sollozo bajando el arma. Cayo de rodillas al tiempo que la policía llego al apartamento y le ordeno que bajara el arma.
Al ver lo que iba a suceder, me miro con lágrimas en os ojos y alzo el arma.
Sin que pudiera detenerla, llevo el arma a su sien y disparo.
El sonido atronó mis oídos haciendo que gritara cuando cayó al piso y la alcanzara a tomar en brazos antes de caer completamente al suelo.
Y la arrulle hasta que ya me la quitaron de los brazos aun con los ojos abiertos cristalizados y varias lágrimas ya secas en las mejillas.
Después no recuerdo mucho lo que sucedió, son pequeños lapsos lo que recuerdo. Pero jamás olvidare la cara que puso Isabella cuando por días no quise levantarme de la cama. En las madrugadas despertaba sudoroso gritando por una nueva pesadilla, siempre relacionadas al suicidio de Bianca.
En la noche de navidad todos vinieron, querían pasar las navidades con nosotros querían ayudar en mi recuperación y también ver lo grande que ya se encontraba Paul. Siempre sonriente y con sus grandes ojos azules vivaces.
Hasta que llego año nuevo y tome una decisión.
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Nunca te dejaré de amar #2 MQA
Teen FictionLas segundas oportunidades, son muy importantes y más en una relación. Una como la mía con Nico donde la confianza estará más que impresa en nuestra nueva vida en Milán. Lejos de Los Ángeles, nuestros amigos, padres e incluso de nuestros enemigos ¿o...