Isabella
No sabía que decir, estaba tan anonadada que ninguna palabra o grito salió de mi boca. No salió nada, porque solo observaba todo. Sin saber qué hacer. Sin saber que decir. Sin saber cómo actuar, pero fue pablo quien me alerto, sacándome de mi ensoñación.
- Isabella, entra al avión ¡ahora! – ordeno llevándome cuidadosamente, sin embargo. Solo me rape de él y corrí a su encuentro.
Lo último que recuerdo que estuviera bien, fue que Bianca iba a besar a Nicolás, después de que lo beso. Todo se desato.
Y al igual que mi miedo, corrí donde momentos antes estuvieron Nicolás y Bianca quien esta última lo beso y después Nicolás saco un arma y mi padre apuntaba con otra en la cabeza a Bianca, sin embargo ella lo único que hizo, fue sonreír y dispararle a Aarón. A mi hermano. Después de ello, llego la policía y comenzó el tiroteo.
Sin importarme como zumbaban las balas pasando por mi lado, por unos cuantos milímetros conseguí llegar a donde mi hermano se encontraba tendido en el piso. Las lágrimas esta vez no salieron, ninguna decidió hacer acto de presencia.
Así que tome toda mi fuerza y logre hacer que me viera. Que viera que estoy aquí con él, como siempre lo estaré.
- estoy bien hermanita, no te preocupes por mí – comento entre susurros tratando de sonreír.
Negué – me quedare aquí. Contigo – me quite mi suéter rasgado y lo amarre a la pierna donde había recibido la bala. Aarón grito cuando apreté con más fuerza, sin embargo, sin importarme sus gritos de dolor, apreté con más fuerza hasta que la sangre se detuvo.
Coloco una mano en mi hombro y asintió para que pudiera levantarlo e irnos a un lugar donde estar seguros.
Lo levante pasando su brazo por mi cuello y el completamente cojo hizo una mueca cuando dio el primer paso hasta que me caí, al recibir aquel dolor que me quemo cuando entro en contacto con mi piel.
Caí con Aarón al suelo de nuevo y baje la vista. Observando que de mi camisa se ampliaba con más rapidez una mancha de sangre y a lo lejos escuche a Nicolás gritar corriendo hacia mí. Esboce una sonrisa lastimera mientras todo se desvanecía, mientras todo a mí alrededor se convertía en oscuridad y yo me dejaba de ella.
Me deje llevar por la oscuridad, siendo lo último que sentí, fue el toque de Nicolás que me tomo en brazos antes de caer completamente a l suelo, siendo lo último a Nicolás llorar y gritar que pararan y a mi hermano tomar un arma del suelo y comenzar a disparar a los que nos disparaban a lo lejos. Y siendo lo último que observe el cielo gris y el aire húmedo completamente presente en el ambiente mientras me desvanecía en la oscuridad y cerraba los ojos rezando porque mi bebe estuviera bien.
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Nunca te dejaré de amar #2 MQA
Teen FictionLas segundas oportunidades, son muy importantes y más en una relación. Una como la mía con Nico donde la confianza estará más que impresa en nuestra nueva vida en Milán. Lejos de Los Ángeles, nuestros amigos, padres e incluso de nuestros enemigos ¿o...