Nicolás
- buscamos en todas las cámaras, pero no hay rastro del bebe – afirmo el muchacho encargado de las cámaras en italiano.
Desesperado, tome el control y con la mirada fija en las cámaras, busque cualquier pista o cualquier indicio de a que momento se llevaron a mi hijo.
Aceleré las grabaciones hasta que la detuve en el momento preciso en que una mujer tomaba en brazos a mi bebe y se lo llevaba, congelándose exactamente en el momento justo cuando la mujer volteo para observar a alguien detrás de la cámara.
La ira se apodero de mí, y tanto el doctor como el agente de policía, me observaron fijándose en que conocía a esa mujer.
Tome a Tatiana del brazo cuidadosamente saliendo del lugar.
- necesito tu auto, ahora – ordene casi corriendo hacia el ascensor.
Tatiana me siguió el paso, entrando en un salto mientras presione el botón del primer piso.
- Nicolás, debes pensar bien en lo que vas a hacer. La ira te sega – dijo cuidadosamente
Me separe de ella, girándome a verla.
- no me voy a calmar. Se robó al bebe de bella y mío. No me pienso tranquilizar hasta que ella no termine en la cárcel e Isabella y yo tengamos al bebe en brazos. – farfulle saliendo cuando llegamos a la primera planta.
- bien – fue lo último que escuche antes de dejar a mi ira controlar mi cuerpo. Manejando a través de cualquier atajo hacia el edificio de apartamentos donde vivo hace casi un año.
Dejándome controlar, mientras estacione casi en medio del andén, ignorando el grito de Tatiana diciendo que debo calmarme. Permitiendo que a pesar de mi vista nublosa por las lágrimas contenidas y puños listos para pelear, me llevaran al piso donde vive ella.
No espere a que abriera, porque sabía que no lo iba a hacer. Así que solo, patee la puerta hasta que me canse y las lágrimas salieron de mis ojos, y la tristeza me consumía al recorrer todo el apartamento y fijarme que no estaba allí. Y mi bebe tampoco.
Salí del apartamento y del edificio mecánicamente y cuando recibí un mensaje desde el móvil de Isabella, toda mi vida se derrumbó.
Caí de rodillas al terminar de leerlo mientras comenzaba a llover estrepitosamente y toda mi alama se consumía en la tristeza y desesperanza. Dejando que el frio consumiera el poco calor de mi cuerpo.
Deje que cada partícula de mi ser, volara al olvido, con aquel orto y pequeño mensaje, que me destruyo la vida. Olvide todo en aquel momento, mientras Tatiana intentaba pedirme explicaciones. Mientras todo lo que ame alguna vez, salía volando. Con el aire. Hacia el olvido.
Hacia todo aquel sentimiento que se hundía en un abismo sin fin, labrado con los peores sentimientos de una persona.
- mi bebe... - murmure con la mirada perdida. Observando hacia donde pudo haber sido nuestro futuro. Hacia mi esperanza que a cada segundo está muriendo.
- ¡que paso! – grito Tatiana desesperada.
- ya no está... - finalice, dejándome llevar por el viento hacia un destino muy conocido.
Dejándome llevar hacia el olvido, solo con aquel recuerdo y primer y último momento donde pude cargar en brazos a mí bebe. A nuestro bebe. El de Isabella y mío.
Al fruto de nuestro amor
Me deje llevar y deje de sentir.
Tienes dos opciones:
Primera, ver a tu hijo morir y seguir con Isabella. O la segunda, abandonar a Isabella y poder recuperar él bebe. Tú eliges.
Att. Bianca.
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Nunca te dejaré de amar #2 MQA
Teen FictionLas segundas oportunidades, son muy importantes y más en una relación. Una como la mía con Nico donde la confianza estará más que impresa en nuestra nueva vida en Milán. Lejos de Los Ángeles, nuestros amigos, padres e incluso de nuestros enemigos ¿o...