Capítulo 14

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—Levanta las manos. —se rascó la barbilla, mirando fijamente el rostro adormilado de Henry. Éste hacía todo lo que él le pedía sin siquiera percatarse de qué era. Podía decirle que se lanzara desde la terraza y no se iba a dar cuenta de ello hasta estar en el suelo hecho papilla. Hizo una mueca. Ver morir a Henry no iba a ser divertido. Pero la idea que cruzaba su mente lo había hecho llamar al móvil al menor y quedar con él en la terraza de un hotel. Había hecho una reserva para no levantar sospechas y se había encontrado con un Henry en chándal, apoyado en la pared y durmiendo casi de pie— ¿Cómo te llamas?

—Mm... Henry...

Asintió bajo la mirada de ojos medio abiertos. Se paseó de un lado a otro, con las manos tras la espalda, dando grandes zancadas que lo llevaban de una punta a otra en demasiado poco tiempo. Se aburrió de eso y volvió a posarse frente a Henry, que estaba cayéndose al suelo, con la cabeza ya caída y dormido. Saltó en el sitio, dio una palmada frente a su cara y, al final, se encogió de hombros y se acercó a su oído.

—¡Heeenryyyy! —gritó con tanta fuerza que Henry gritó asustado, saltó, echó la cabeza hacia atrás y se golpeó con la pared. Dio un paso atrás, moviendo la cabeza cuando lo vio llevarse una mano al oído. Humano debilucho...— Ahora que estamos todos en condiciones de pensar coherentemente. Aunque tengas el coeficiente intelectual de un adolescente de quince años...

—Tengo veinte.

Lo ignoró totalmente, comenzando a dar vueltas sobre sí mismo.

—Aunque tengas el coeficiente intelectual de un adolescente de quince años, supongo que tienes más experiencia que yo en estas cosa. ¿He dicho “supongo”? Quería decir que la tienes. Seguro. O tal vez no... —paró, justo frente a él, y se inclinó hasta que sus narices se rozaron— ¿A las mujeres se las prepara?

—¿Q-qué? ¿P-para qué?

Se dejó caer hacia atrás hasta que fue consciente de que si no para iba a tocar el suelo con la espalda y dio un salto para volver a quedarse en pie. Había estado durmiendo dos horas y media aproximadamente, luego sus ojos se habían abierto y las ganas de meter a la madre de Donghae en una caja habían aparecido en su pecho. Había bufado, porque Donghae no le iba a dejar hacerlo. Al menos estaba seguro de que esa tarde se iría. El caso era que después de que la irritante fémina desapareciera -no para siempre, por desgracia-, iban a follar. Estaba seguro de eso. Donghae lo quería, lo necesitaba con urgencia, se le notaba todo el tiempo. Y a él no le parecía mala idea. Es decir, lo había hecho más de dos veces y no le aburría. Igual que el besarlo, mucho mejor que cuando probó el cristal o cómo se llamase esa mierda alucinógena que le dio el mocoso en la universidad.

—Para follar. —se tiró en el suelo, sentándose con las piernas cruzadas y estiró los brazos, tirando de las manos de Henry para que se sentase también. Su boca estaba abierta en sorpresa y su cara roja. Apoyó la barbilla en la mano; eso significaba que estaba avergonzado, ¿verdad? No entendía demasiado bien por qué la gente se ruborizaba cuando hablaba de sexo. En el proceso lo veía habitual, Donghae siempre estaba rojo cuando lo hacían, pero esa era causa del calor y de la sangre, de la excitación, de mil cosas que podía ponerse a pensar pero que terminaron haciéndolo bufar aburrido— Donghae dice que tengo que prepararlo para...

—N-no quiero saber eso. —Henry movió la cabeza de lado a lado aún más rojo y estiró las manos. Luego suspiró— El sexo con hombres es distinto. No deberías... pre-preguntármelo a mí.

—Al final eres otro humano inútil.

Media hora después, Henry se había ido corriendo antes de que su novia despertase y Hyukjae había dado vueltas intentando encontrar en su palacio algo sobre preparar... pero ¿a qué se refería Donghae? Se llevó las manos a la cabeza, se movió sin parar y terminó tumbado en el bordillo con el número de Kyuhyun marcado y los timbres golpeando su oído. Debía preguntarle a alguien que tuviera sexo con un hombre también.

Crown [EunHae +18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora