Crown [EunHae +18]

Capítulo 31

Lo único que Donghae disfrutaba del verano era la piscina. Ir con Kyuhyun y Sungmin un sábado por la mañana, resignarse a ser cubierto por crema solar casi por completo, comerse un gran bocadillo de los que preparaba su hermano y lanzarle agua al idiota que tenía por cuñado. Había ido varias veces en esos dos años, había logrado evadirse y pasárselo bien con Kyuhyun, aunque siempre había tenido en su cabeza la ilusión de ver a Hyukjae jugando en una piscina. En ese momento también la tenía y mientras Sungmin y Kyuhyun jugaban en el agua, se apoyó en el bordillo y suspiró.

Había niños corriendo por todas partes, gritando, riendo, comiendo helado y lanzándose en la piscina sin algún cuidado. Tenía la certeza de que Hyukjae sería así. Se lo imaginaba tan bien que su corazón latió deprisa al imaginar su voz. Sonaba tan real. Se veía tan real cruzando la puerta, con una toalla cobre la cabeza y la nariz pintada de blanco...

Se frotó los ojos. No, no parecía real. Era real.

En un repentino ataque de pánico, infló las mejillas de aire y se metió bajo el agua hasta sentarse en el fondo. Otras cosas podían dársele mal, pero bucear no estaba en esa lista. Apretó los ojos, apoyando la espalda en la pared.

¿Por qué tenían que haber ido justo el mismo día? La semana tenía siete días, era verano y no creía que Hyukjae tuviera algo que hacer cualquiera de ellos. ¿Tenía que fastidiarlo el único día en que podía evadirse de todo? Como si no hubiera sido suficiente la estupidez de las flores.

Cruzó los dedos y rogó, a todo en lo que creía y a lo que no, para que Hyukjae no lo hubiera visto y siguiera sin hacerlo en todo el día. Si no, estaba dispuesto a coger su mochila e irse de allí. Le valdría con decirle a Kyuhyun quién estaba allí para que no pusieran pega alguna. Soltó el aire y subió lentamente hacia la superficie, respirando agitado porque había estado más tiempo del que creía.

Miró a su alrededor, viendo solo a Sungmin sentado en el bordillo, lanzándole agua a su marido con el pie. Se acercó a ellos despacio. No quería arriesgarse. Había perdido a Hyukjae de vista y tenía miedo de lo que pudiera ocurrir.

–¿Todo bien? –dio un brinco al chocarse contra Kyuhyun. Se giró y asintió por inercia, aunque realmente no sabía qué decir. ¿Estaba bien? Sí, claro, de momento no había pasado nada. Pero ese "de momento" era el que lo hacía dudar.

Se pegó a la pared junto a las piernas de Sungmin, sintiéndose escondido. A no ser que Hyukjae estuviera en la otra punta, desde donde lo vería de frente. Se pasó las manos por la cara. Se estaba poniendo un poco paranoico. ¿Qué más daba dónde estuviera Hyukjae? Mientras no hiciera nada como el otro día, todo iría bien.

Maldición. Era Hyukjae, ¡claro que iba a hacer cosas así! Siempre las hacía. Se había enamorado de él y de sus locuras, después de todo.

–¿Ese es mi jefe? –Sungmin saltó dentro del agua y se puso a su lado. Parecía estar tan asustado como él– Espero que no me vea...

–Estás en tu día libre –rió Kyuhyun, mirándolos a los dos como si estuvieran locos por esconderse. Aunque nadie sabía por qué lo hacía Donghae–, ¿qué más da?

–A nadie le gusta encontrarse con su jefe, ¿sabes? Ahora ponte delante de mí, no quiero que me vea. –poniendo los ojos en blanco, Kyuhyun se movió hasta estar delante de Sungmin. Donghae tragó saliva. No sabía quién era el jefe de Sungmin porque tampoco era algo que le importara demasiado; ya tenía suficiente con el señor Chang. Sí, Sungmin tenía razón, ni de broma querría él ver al señor Chang en bañador– ¿Y a ti qué te pasa? Ni que hubieras visto un fantasma.

No contestó. La situación era irónica. No era realmente un fantasma. Pero, ahora que sabía que estaba vivo y que lo veía tan poco dispuesto, deseaba que lo fuera. Hubiera preferido que esa situación se presentase un mes atrás. Él, en la piscina, triste, y de repente entraba Hyukjae. Entonces se hubiera levantando y hubiera ido para asegurarse. Hubiera sido él, lo hubiera abrazado, hubiera llorado. Pero habría estado feliz y no habría dejado que Hyukjae dijese una palabra porque se lo habría comido a besos.