Capítulo 24

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Roma era simplemente preciosa. Mirando por la ventana podía ver los edificios antiguos, notar y oír cómo la gente sacaba fotos desde el autobús, comentando con orgullo las que habían sacado de otras partes de Italia desde el inicio del recorrido. Donghae, por una parte, se arrepentía de haberse quedado dormido poco después de que Hyukjae la hiciera, aunque había dejado caer su cabeza hacia un lado y había terminado despertándose abrazado a su brazo. Por otra, sentía su corazón latiendo mil veces más rápido de lo que iba el vehículo, sus mejillas muy calientes, la zona de su cara por la que había pasado el dedo de Hyukjae le hormigueaba.

Ahí estaban otra vez él y su ridículo amor por alguien que le decía que era bonito como si se refiriera al paisaje verde que se veía en ese momento. Bonito. Es que le había llamado bonito. Nadie, nunca, ni siquiera lo había oído en la televisión, le había llamado bonito. No era normal que una persona le dijera a otra que era bonita. Sonrió para sí mismo. Pues claro que no era normal, era Hyukjae.

Deslizó los ojos solo un poco hacia la derecha, alcanzando su perfil pensativo. Hyukjae miraba hacia el cielo, o el paisaje, o posiblemente hacia la nada, quizá estaba metido en sí mismo otra vez. Suspiró. En ningún momento de su vida había llegado siquiera a imaginar que se enamoraría de una persona así, ni que una persona como Hyukjae le diría, con toda la tranquilidad del mundo, que le alegraba ese hecho. Había sido tan sumamente raro que no había podido responder de ninguna forma; simplemente había comenzado a temblar mientras Hyukjae jugaba con sus dedos, moviéndoselos, palpándose la cara con ellos, poniéndoles voces tan tontas que había terminado riendo.

Y ahora estaba allí, sentado en un autobús, totalmente loco por un sociópata, a pocos minutos de llegar al hotel en el que se iba a hospedar con éste durante cuatro noches. Lo tenía a su lado y quería volver a abrazarse a él, acurrucarse en su hombro, sentir su calor, el olor a coco de su pelo y a fresas de su cuerpo. Sin embargo no hizo nada porque no tenía ni idea de cómo iba a reaccionar Hyukjae; no le había dicho nada antes, pero quizá solo había sido porque estaba dormido y ahora que tenía los ojos bien abiertos, lo rechazaba o apartaba.

Sacó su móvil con la batería totalmente recargada. Miró de nuevo todas las llamadas perdidas y sonrió. Oyéndolo moverse a su lado, cambió de pantalla al instante y se metió sin darse cuenta en la cámara. La opción frontal apareció de repente mostrando su cara desde abajo.

–¿Vas a sacarte una foto? –la voz de Hyukjae lo hizo brincar, sobre todo porque la escuchó muy cerca de pronto e inmediatamente después una mejilla se pegó a la suya, haciendo que ambos salieran en la pantalla de su móvil. Hyukjae se puso bizco– Dale.

Riendo, Donghae sacó la lengua, intentando parecer tan loco como su acompañante. Le dio al botón y, después de oír el sonido de la cámara, notó que un peso caía en su hombro. Hyukjae se apoyaba en él mientras miraba su móvil y cómo se metía en la galería para ver la foto.

Parecían justo lo que Donghae había pensado: dos locos, dos idiotas, pero se veía tan feliz a sí mismo. Dejó que su cabeza cayera sobre la de Hyukjae y se mordió el labio sin poder dejar de mirar la foto. Se la iba a imprimir, le iba a poner un marco y la guardaría para siempre. Su primera foto juntos, en un autobús, en Roma, haciendo lo que mejor se les daba hacer.

Poco después el autobús llegó a una plaza y aparcó. Los turistas que iban con guía bajaron primero y en orden, después las familias y a su derecha Hyukjae chasqueó la lengua tantas veces que Donghae tuvo que apretarle la pierna para que se tranquilizara. No pudieron bajar hasta que el autobús estuvo vacío.

–Al fin. –lo oyó jadear. No había conocido nunca a nadie tan sumamente impaciente. Sacudió la mano hacia la conductora del autobús, recibiendo una sonrisa como respuesta y la puerta se cerró. El autobús se fue por donde había venido, mientras que Donghae metía las manos en los bolsillos del pantalón, apoyando la cadera en su maleta.

Crown [EunHae +18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora