"Dulce y confuso"
Ir a comprar con Hyukjae le había sonado como una odisea mientras salían del centro forense. Hyukjae había tirado de él hasta la calle sin tocarlo, simplemente yendo delante, diciendo su nombre con severidad cuando lo había visto detenerse para despedirse de Jungsoo. Al final solo había movido la mano, había visto a Jungsoo ir hacia él pero no se había podido parar porque Hyukjae quería sus fresas. Así que Jungsoo y la rubia se había quedado gritando sus nombres mientras ellos se iban. Y aunque se lo había reclamado, Hyukjae había soltado un simple "Cuando se cansen de gritar, me llamarán al móvil”.
Pero de ahí hacia delante, el camino al supermercado y todo el tiempo hasta ese momento, había sido de lo más normal. Hyukjae había caminado tranquilo y hacia delante, con las manos en los bolsillos, un chicle salido de la nada entre sus dientes y lo había seguido a donde quiera que fuera. Ahora Donghae se inclinaba, con la cesta medio llena colgada del brazo derecho, sobre el congelador lleno de cajas de helados. Quería coger una, o varias, en realidad las quería todas, pero no cabrían tantas en el congelador de la nevera blanca.
—Hyukjae. —giró la cabeza sobre el hombro, apoyando los pies que había mantenido de puntillas en el suelo, y lo miró. Su acompañante lo miró a través del espejo en el que se estaba mirando, con las gafas sobre la nariz, y se pasó una mano por pelo. Donghae se mordió el labio, ¿quién podría decir que él estaba siendo sus primeras y únicas veces? Se lo lamió, poniéndose rojo, y volvió la mirada a los helados— ¿C-cuál prefieres?
Muy pronto, Hyukjae estuvo a su lado. Repasó el congelador con la mirada rápidamente, murmuró algo en voz muy baja y cogió un bote enorme de helado de chocolate al que Donghae le había echado el ojo pero que no hubiese podido alcanzar por mucho que saltara. ¿Por qué tenían que poner las cosas tan lejos? Vio cómo Hyukjae se lo tendía y sonrió ampliamente, dejándolo en la cesta con infantilismo.
—Si querías ese, deberías habérmelo dicho desde el principio. No abandones algo solo porque lo ves inalcanzable.
—Q-qué profundo...—aquella frase lo había puesto nervioso. No es que lo sorprendiera que Hyukjae dijese algo parecido, pero seguía sin estar acostumbrado a ello. Sobre todo teniendo en cuenta que Hyukjae se mantenía mascando chicle y jugando con sus gafas mientras hablaba.
—¿Profundo? —ladeó la cabeza, mirándolo a través de las gafas que se acababa de poner al revés solo porque sí— Estaba siendo literal.
Eso también le concordaba. No iba a sorprenderse, pero sí bufó porque por un momento había pensado que Hyukjae tenía algo de transfondo. Pero no, todo lo que decía lo decía de verdad. Hyukjae lo había llamado estúpido porque lo pensaba, le había dicho aquellas probabilidades tan raras y realmente estaba seguro de ellas, le había repetido que sus labios eran mejor que el tabaco y no lo había visto con el cigarro de nuevo, aunque sí se había visto preso de su boca más de una vez. Hyukjae era muy sincero y Donghae no sabía si eso era bueno o malo.
Ya habían terminado las compras y lo único que faltaba era lo más importante para Hyukjae: las fresas. Caminaron hacia la frutería del supermercado con parsimonia, hasta que pudieron verla a lo lejos y Hyukjae olió el aire y se mordió el labio, viéndose más entusiasmado que nunca.
—Te gustan mucho las fresas, ¿verdad?
En lugar de contestarle, Hyukjae se fue corriendo hacia la frutería, hacia la zona de las fresas. Donghae observó desde donde estaba, riendo sin poder evitarlo, cómo cogió todas las cajas con las que pudo cargar y dio media vuelta.
Sí, le gustaban muchísimo.
Hyukjae caminó hasta él, movió la cabeza sin decir nada y se redirigió hacia la caja para pagarlo todo. Mientras la cinta registradora se movía despacio y una anciana esperaba a que su cargamento de compra para una familia entera —porque Donghae no veía otra explicación para tanta compra— fuera pasado por caja, Hyukjae se apoyó en el mostrador junto a ésta y Donghae se quedó a su lado. A ese paso iban a pasar allí todo el día.
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Crown [EunHae +18]
Fanfic«En un mundo de habitaciones cerradas, el hombre con la llave es el rey y, cariño, deberías verme con una corona» Eunhyuk está aburrido de ser el mejor y más buscado ladrón de todo el mundo, de que nadie sea lo suficientemente bueno como para captur...