Con el sol que acababa de salir y la niebla que se levantaba, pudo ver el mar de tiendas de campaña que se extendía en todas direcciones. Caminaba entre las filas de tiendas mirando con curiosidad a su alrededor.
Por todas partes, magos y brujas salían de las tiendas y comenzaban a preparar el desayuno. Algunos, dirigiendo miradas furtivas en torno de ellos, prendían fuego con sus varitas. Otros frotaban las cerillas en las cajas con miradas escépticas, como si estuvieran convencidos de que aquello no podía funcionar.
Desde el interior de las tiendas por las que iba pasando le llegaban retazos de conversaciones en lenguas extranjeras, y, aunque Arlina no podía comprender ni una palabra, el tono de todas las voces era de entusiasmo.
Había llegado a un área en la que las tiendas estaban completamente cubiertas de una espesa capa de tréboles, y daba la impresión de que unos extraños montículos habían brotado de la tierra. Dentro de las tiendas que tenían las portezuelas abiertas se veían caras sonrientes. De pronto oyó su nombre a su espalda:
—¡Arlina!
Era Hannah Abbott, su compañera de dormitorio de la casa Hufflepuff. Era una chica pequeña y delgada, con facciones aguleñas y delicadas, con cabello muy corto y blanco. Le recordaba a un hada, o una duendecilla.
Hannah estaba sentada delante de su propia tienda cubierta de trébol, junto a una mujer de pelo blanco que debía de ser su madre, y su mejor amiga, Susan Bones.
Susan Bones era su otra compañera de cuarto en Hufflepuff. Era una chica muy hermosa, de piel muy clara, labios grandes, largo cabello pelirrojo, alta y delgada. De las tres, a Arlina no le cabía duda que Susan era la más hermosa, aunque no era tan amable como Hannah.
—¿Te gusta la decoración? —preguntó Susan, sonriendo, cuando se acercó a saludarla— Al Ministerio no le ha hecho ninguna gracia.
—El trébol es el símbolo de Irlanda. ¿Por qué no vamos a poder mostrar nuestras simpatías? —dijo Hannah— Tendrían que ver lo que han colgado los búlgaros en sus tiendas. Supongo que estás del lado de Irlanda —añadió, mirando a Arlina con sus brillantes ojos.
Se fue después de asegurarles que estaba a favor de Irlanda y se dirigió a echar un vistazo a la tienda de los búlgaros para ver cómo habían decorado. A Arlina no le gustaba mucho la competencia, pero le entusiasmaba la convivencia mágica internacional y el deporte.
Caminó en dirección al área de tiendas que había en lo alto de la ladera, donde la brisa hacía ondear una bandera de Bulgaria: roja, verde y blanca.
En aquella parte las tiendas no estaban engalanadas con flora, pero en todas colgaba el mismo póster, que mostraba un rostro muy hosco de pobladas cejas negras. La fotografía, por supuesto, se movía, pero lo único que hacía era parpadear y fruncir el entrecejo.
Arlina sonrió emocionada por ver a su jugador favorito: Viktor Krum, el buscador del equipo de Bulgaria. Era el más veloz que el equipo de Bulgaria había tenido alguna vez.
Ya había cola para coger agua de la fuente, así que se puso al final, inmediatamente atrás de Ernie Macmillan, otro compañero de la casa Hufflepuff. Cuando fue su turno y llenó la tetera, volvió al camino de su tienda, encontrándose con Harry, Ron y Hermione, que ya llevaban agua en cazuelas y una tetera.
Arlina se acercó nerviosa por la presencia de Harry, pero decidida a charlar con su amiga de Gryffindor.
—¿Disfrutaron de instalar las tiendas al estilo muggle? —bromeó con una ceja alzada, mirando a Hermione.
—Fue un reto, pero lo solucionamos. ¿Y ustedes?
—Sin problema —sonrió modesta, sin querer mencionar que prácticamente ella había hecho todo, con la torpe ayuda de los Diggory, que querían ayudarla, pero no sabían cómo—. ¿Ya sabes a quién le vas?
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the watcher | harry potter
Hayran Kurgu❝ Arlina estuvo para Harry cuando él menos lo esperó, y Harry estuvo para Arlina cuando ella más lo necesitó ❞ UNIVERSO DE HARRY POTTER. CELESTE STONE. © 2021. #1 HARRYPOTTER [03/10/19] #1 HUFFLEPUFF [13/01/19] #1 HARRYPOTTERFANFIC [03/10/19] #1 HOG...