Arlina y Harry aprovecharon el breve silencio para seguir desayunando. Hermione se puso a examinar el interior de unas cajas de Fred y George, aunque de vez en cuando le lanzaba miradas de soslayo a Harry. Y Ron, que estaba comiéndose una tostada de su amigo, seguía contemplando la puerta con ojos soñadores.
—¿Qué es esto? —preguntó Hermione, sosteniendo una cosa que parecía un pequeño telescopio.
—No lo sé —respondió Ron—, pero si Fred y George lo han dejado aquí, seguro que todavía no ha pasado los controles de calidad, así que ten cuidado.
—Tu madre dice que la tienda funciona muy bien —comentó Harry—. Y que los gemelos tienen buen olfato para los negocios.
—Eso es quedarse corto —repuso Ron—. ¡Se están embolsando galeones a mansalva! Me muero de ganas de ver la tienda. Todavía no hemos ido al callejón Diagon porque mamá dice que papá tiene que acompañarnos para asegurarse de que no nos pase nada, pero él tiene muchísimo trabajo; por lo que sé, la tienda es una pasada.
—¿Y Percy? —preguntó Arlina. El otro hermano Weasley había reñido con el resto de la familia— ¿Todavía no se habla con tus padres?
—No —contestó Ron.
—Pero si ahora ya sabe que tu padre tenía razón cuando decía que Voldemort había vuelto —dijo Harry.
—Dumbledore afirma que para la gente es más fácil perdonar a los demás por haberse equivocado que por tener razón —terció Hermione—. Le oí decírselo a tu madre, Ron.
—La típica majadería de Dumbledore.
—Este año va a darme clases particulares —comentó Harry.
Ron se atragantó con un trozo de tostada y Hermione soltó un gritito ahogado.
—¡Qué callado te lo tenías! —exclamó Ron.
—Acabo de acordarme —repuso Harry con sinceridad—. Me lo dijo anoche en su escobera.
—De hecho —habló Arlina con voz baja, llamando la curiosidad de Ron y Hermione—. Va a darnos clases a ambos.
—¡Jo, clases particulares con Dumbledore! —se admiró Ron—. ¿Y por qué suponen que...?
Dejó la frase en el aire. Arlina vio que sus dos amigos intercambiaban una mirada cómplice.
Harry dejó el cuchillo y el tenedor en el plato; el corazón le latía deprisa a pesar de estar sentado en la cama. Dumbledore le había pedido que lo hiciera, y ese momento era tan bueno como cualquier otro. Clavó la mirada en el tenedor, que brillaba iluminado por la luz que entraba por la ventana, y dijo:
—No sé con exactitud por qué quiere darme clases particulares, pero me parece que es por la profecía. —Ron y Hermione permanecieron callados. Harry tuvo la impresión de que se habían quedado pasmados. Sin dejar de mirar el tenedor, añadió—: Ya saben, esa que intentaban robar en el ministerio.
—Pero si nadie sabe lo que decía —repuso Hermione con presteza—. Se rompió.
—Aunque según El Profeta... —empezó Ron, pero Hermione le cortó:
—¡Chissst!
Arlina y Harry intercambiaron miradas, autorizándose con la mera expresión de sus ojos contar lo que habían ocultado a sus amigos.
—El Profeta tiene razón —continuó Harry, haciendo un esfuerzo para levantar la cabeza y mirarlos. Hermione ponía cara de susto y Ron, de asombro—. Aquella esfera de cristal que se rompió no era el único registro de la profecía. Yo la escuché entera en el despacho de Dumbledore; fue a él a quien se la hicieron, por eso pudo revelármela. Según ella —prosiguió, y respiró hondo—, al parecer soy yo quien acabará con Voldemort. Al menos, vaticinaba que ninguno de los dos podría vivir mientras el otro siguiera con vida.
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the watcher | harry potter
Fanfiction❝ Arlina estuvo para Harry cuando él menos lo esperó, y Harry estuvo para Arlina cuando ella más lo necesitó ❞ UNIVERSO DE HARRY POTTER. CELESTE STONE. © 2021. #1 HARRYPOTTER [03/10/19] #1 HUFFLEPUFF [13/01/19] #1 HARRYPOTTERFANFIC [03/10/19] #1 HOG...